sábado, 24 de diciembre de 2011

Un polvo, un porro y una guitarra.

-A veces me gustaría saber que piensas cuando me miras.
-Puedes saberlo. No es ningún secreto, te lo diré si es lo que quieres...
-Si, la verdad que realmente me gustaría.
-Pensaba lo cerca que tengo todo lo que quiero y necesito cuando estas junto a mi.
-Vaya, y que es lo que quieres.
-Un polvo, un porro y una guitarra.
-¡Ah! Esperaba que dijeses que a mi.
-Supongo que podría resumirlo en a ti.Si.
-Osea que eso soy para ti, un polvo.
-No, no he dicho eso.
-¿Ah no?¿Qué entonces?
-Un polvo, un porro y una guitarra.
-Vaya sin duda eso mejora mucho las cosas, si. Toma dale una calada mientras afino esto, no vaya a ser que hoy solo cumpla uno de mis fines...
-No estas entendiendo nada.
-No, al contrario todo esta muy claro. Tu siempre dejas las cosas muy claras no hay problema.
-No he dicho que no me guste de ti mas que eso, sino que es lo único que necesito para ser feliz, que el resto me sobra, que no necesito una maldita etiqueta que nombre esto, y que siento no poder jurarte fidelidad eterna, que siento que no te diviertas tanto como lo hago yo, y sobretodo que siento hacerte daño. Pero me encanta aparecer de la nada y verte fumar mientras disfrutas cada nota. Me encanta que me hagas sentir tan libre como el humo que se escapa de tus labios mientras te beso. 
-Supongo que tenias razón me equivocaba, contigo nunca nada esta claro. Y por cierto tu tampoco estas entendiendo nada, si pudiera os retendría a ti y al humo dentro de mis labios para siempre.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

Yellow

Respiró  profundo y posó un pie fuera de la cama. La parte buena de que le hubiesen hecho trizas el corazón tantas veces era que ya se sabía todo el procedimiento: primero las cosas irían bien, ella sería feliz con nada y se acostumbraría a esa sensación; después las cosas empezarían a naufragar ella lucharía por mantener el barco a flote pero en un último momento cedería en la idea de que no existía ninguna posibilidad y todo se iría a pique, ella como buen capitán se dejaría hundir con el barco; luego pasaría unos días confusa navegando entre sus tinieblas, entre sus miedos y sus fantasmas. Como hasta esa mañana, no le apetecería salir de su cama para nada, en ocasiones su rutina diaria la obligaría a salir de ella, en otras podría darse el gusto y quedarse fingiendo tener alguna enfermedad.
Esa mañana había acabado uno de aquellos tan frecuentes ciclos. Una vez más todo se había acabado para ella. Ya no habría más besos, más caricias, más cenas a solas o acompañados donde la gente los invitaba como conjunto. Una vez más tendría que acostumbrarse a vivir de forma independiente, a llegar a casa y no tener nadie que la recibiese, a hacer un plan de la nada y no tener con quien compartirlo, a ser simplemente “yo” y no “nosotros”.  
Acabo de posar el pie en el suelo, no encontraba las zapatillas y el suelo estaba realmente muy frio, tan frio como el lado de la cama que llevaba ya unos cuantos días vacio. Le echaba de menos, dejarlo había sido la opción menos dolorosa, era cierto, pero no la opción sin dolor, porque pese a todo aun le quería, no podía parar de pensar como estaría él, le apetecía llamarlo, necesitaba escuchar su voz, estaba harta de que a lo largo de la semana le hubiese llamado todo el mundo para preguntarle como estaba, realmente no quería saber nada de toda aquella gente que no tenía ni idea de nada, ella necesitaba hablar con él, que fuese él quien le preguntase y quien le dijese como se sentía.
Oyó el microondas, saco su café y dio un sorbo, quemaba, echo de menos su risa, aquella que hubiese escuchado cualquier  otra mañana al quemarse con el café, el siempre se reía del más mínimo detalle, era tan alegre y risueño. Se sentó en su mesa, era una mesa redonda sobre ella descansaba un mantel azul con rayas blancas que al cruzarse formaban cuadrados, el mantel era cuadrado y por ello no encajaba nada bien en la mesa. Lo habían puesto cuando se fueron a vivir mientras compraban otro para no estropear la mesa, de aquello hacía ya dos años, no lo habían quitado ni un solo día y por ello estaba lleno de manchas de cada uno de los cafés, copas de vino o demás cosas que les habían ido cayendo. “Ves si esa taza de café caliente te hubiese caído en la mesa de normal la habríamos estropeado, en cambio con nuestro mantel cuadrado para una mesa redonda hemos evitado el desastre”.
El teléfono volvió a sonar, no había parado de hacerlo desde que aquello se habia acabado, no contesto no le apetecía. Cerró la puerta del armario, ahora tenía tanto hueco para ella sola “no, no vas a comprarte otra falda, a no ser que me jures que dormirás con ella, yo ya no tengo donde meter mis camisas y tu no paras de comprarte ropa, es realmente incomodo tener 4 camisas por percha, además a mi cuanta menos ropa traigas más me gustas”.
Vaqueros gastados, sudadera gris y playeros. Se fue, bajo andando, vivía en un segundo y le parecía un gasto inútil usar el ascensor además tenía demasiados recuerdos de él ahí dentro “es una lastima que vivamos en un segundo, siempre quise hacer tantas cosas en un ascensor”
Por la acera se encuentro a tanta gente, el sol brillaba, era tan egoísta por su parte no guardarse ni un momentito por ella. Podia escuchar la risa de los niños y el griterío de la gente a su alrededor, decenas de personas , decenas de personas alegres, decenas de asquerosas personas alegres, decenas de asquerosas personas alegres que no se daban cuenta de su dolor. Vio como se iba su bus, una vez más que lo había perdido “si salieras cinco minutos antes de casa, no tendrías que correr todos los días detrás de ese autobús” Tantas veces le había jurado que empezaría a ser puntual, y luego tantas veces se había entretenido escuchando como él la avisaba de que iba a llegar tarde de nuevo. El recuerdo de su voz, de su risa, de su llanto, de su respiración mientras dormía; todo estaba para ella tan fresco tan reciente y a la vez  tan lejano ya. Tenía tanto miedo de levantarse una mañana y no recordar esos pequeños detalles. “Te prometo que mi risa estará ahí para ti, siempre, toda tuya, siempre tuya, lo juro”. Ruido de teléfonos, de impresoras, gente tecleando, la misma rutina de siempre, escuchaba a una señora protestar no le importaba, hoy su ánimo encaja con el color grisáceo de las paredes. “Deberías buscarte un trabajo más amarillo, este no pega contigo”. 

domingo, 18 de diciembre de 2011

Al otro lado del espejo

Hay historias que no llegan a despertar el suficiente interés para ser narradas, y otras qué si lo hacen, pero que preferimos quedárnoslas para nosotros; quizá por egoísmo o quizá por vergüenza. Y otras que nos decidimos a contar a sabiendas de  que no despertarán ningún tipo de rubor en el lector, pero tampoco aburrimiento. Quizá lo que ahora les voy a contar no les guste, pero no se los cuento esperando agradarles, lo hago por egoísmo, porque ya carezco de inspiración, aunque ni siquiera estoy segura de haberla tenido nunca. Tampoco estoy segura de si esta historia es real o no, ni de si me sucedió a mí o la escuche en la barra de algún bar. Pero si sé que me gustó y que decidí apropiármela y por ello la pongo en papel, porque entonces, pasarán a tomarla como mía. Habrá quien crea que me lo he inventado, y quien piense que me sucedió a mí. Pero sea como sea, les enganchará. Por ello, disculpen el engaño, mas, dejen que los guie por él.
Hacía tiempo que ella le conocía, lo había hecho en esa etapa en que la niñez no se despide, pero la adolescencia quiere cobrar protagonismo; aunque nunca había llamado demasiado su atención.  Eran polos completamente opuestos, aunque no dejaban de ser, muy en el fondo, las dos caras de una misma moneda, ambos ansiaban y deseaban lo mismo; pero cada uno lo buscaba por su camino y a su modo.
Él, era la viva encarnación del libertinaje, no hacía nada de lo cual no estuviera seguro que iba reportarle beneficios. Era interesado, e independiente. No existía un vicio en el mundo que él no tuviese, fumaba tabaco y todo tipos de hierbas, bebía desde lo más suave hasta lo más fuerte, dependiendo de la ocasión, pero no había una noche que no se le viese agarrado a un vaso; para ser exactos, solo existía un motivo que le hacía soltarlo, y no siempre; las mujeres. Estas eran su debilidad, su mayor pasión; era un conquistador nato. No existía ninguna mujer hecha para escapar de sus encantos. Todas las  que le conocían, sabían lo que durarían con él; exactamente lo mismo que él tardase en meterlas entre sus sabanas, mas ninguna podía resistirse. Por supuesto que había mujeres que cuando se acercaban a él lo hacían con la idea de ser especiales, de conseguir pasar dos noches seguidas entre sus sabanas, y otras que decidían alargar el momento para con ello alargar su adiós, pero ninguna lo conseguía, él había nacido para el arte de amar. Y lo peor aún, lo sabía.
Tenía la piel clara y el pelo rojizo. Solía llevar esa barba de un par de días, siempre con un estilo casual, pero era imposible encontrar un pelo fuera de su sitio. Sus ojos verdes invitaban a confiar en él, aunque el  sentido común  dijese lo contrario.  Las formas de su cara eran duras, pero sus labios carnosos y sus largas pestañas, tras las que se escondía aquella dulce mirada, hacían sus facciones irresistibles. Era de complexión delgada, pero a través de su camiseta se percibía un arduo trabajo de gimnasio. Solía llevar camisetas de manga corta que dejaban a la vista unos musculosos y torneados brazos. No era demasiado alto, mas no destacaba por ser bajito; mediría alrededor de un metro setenta.
Ella, por el contrario, no hacía nada sin pensar en las consecuencias, jamás dejaba de pensar en el mañana y si algo que realmente le apetecía, podía originarle problemas en el futuro, prefería vivir sin ello a día de hoy. Carecía de vicios, no bebía, si acaso brindaba con vino para no destacar demasiado en las cenas, o con champagne en Navidad, pero ni siquiera llegaba a acabarse esa copa. No fumaba, pero tampoco solía quejarse si la gente lo hacía para no ocasionar discusiones. Tampoco era partidaria de las drogas, mas consideraba que cada uno hacia lo que quería con su vida. Tenía pareja, no obstante, pese a su corta edad, jamás le desbordaba la pasión, y no solía tener gestos demasiado apasionados en público con él. Pese a eso, desde lejos, se sabía que se querían, no podían existir otros dos seres en el mundo que se entendieran mejor, con tan pocas palabras, y que no estuvieran juntos En definitiva, su único vicio era trabajar duro pensando en el día de mañana.
Tenía el pelo castaño, los ojos del color del chocolate y la piel clara, dando lugar a que siempre luciese unos grandes coloretes. Aparte de eso, también destacaban sus labios rojos y carnosos. Su melena ondulada caía por encima de los hombros, disimulando el tamaño de sus senos. Era delgada, pero no solía utilizar ropa ceñida, prefería la ropa cómoda. Era más bien bajita pero no se sentía acomplejada por ello.
Tras muchos años de conocerse pero de no haber coincidido jamás en ningún sitio ni debido a ninguna compañía, el abecedario se empeñó en que debían hacerlo. Por ello, cuando ella llegó el primer día de clase, y se acercó al pelotón que rodeaba las listas, y miró quien se encontraba justo delante en esta, para saber con quién iba a tener que sentarte al menos el primer trimestre, sus ojos se encontraron con su nombre. Sus pupilas se dilataron por la sorpresa, no podía ser, ella, que era la única chica del mundo que preferiría sentarte en el alfeizar de la ventana antes que con él, segura de que le sería más fácil atender desde éste que a su lado, se veía atada a pasar, por culpa de su apellido, los próximos tres meses, si no se convertían en mas, con él. Enseguida sus amigas y otras chicas con las que apenas había hablado la rodearon para alabar su suerte, además, se decía que con todas las chicas que se había sentado había acabado teniendo algo. Sus amigas no podían parar de repetirle la suerte que tenía. Pero ella no estaba tan segura. Es decir, no dudaba de que fuese un chico encantador, y era cierto que no era del todo feo; pero ella iba a clase a estudiar, a esforzarse para el día de mañana, no a hacer amigos y mucho menos a perder el tiempo tonteando con el guaperas de turno. Sin duda ese tipo de cosas a ella no le importaban, estaba demasiado concentrada en pensar en el mañana como para perder el tiempo con sumas tonterías.
Por el otro lado, se encontraba él, que cuando había ido a mirar la lista, se había percatado que por primera vez no tenía ni idea de quién era la chica que iba a tener el placer de compartir su metro cuadrado con él. Decidió preguntarle a sus amigos si esa chica era alguna de esas que se le habían acercado alguna vez en un bar, y por ser ella demasiado fea y no estar él demasiado ebrio, había rechazado. Sus amigos le explicaron que no, que ella era la mejor compañía de pupitre que podía encontrarse un cerebrito de esos que tienen una media por encima del diez. También le explicaron, que era ese tipo de chica que si decidiese acercarse a él en un bar, no tendría que esperar a que llevase un par de copas de más; pero que tampoco lo haría, que él no era su tipo y punto. ¿Así que no era su tipo eh? Él era del tipo de todas, lo único que había algunas que no lo sabían. Por fin un curso apuntaba a ser interesante, les demostraría a los desconfiados de sus amigos que no había nadie capaz de resistirse a él y encima, aprobaría por el morro.
Subieron al aula y se acomodaron en sus respectivos sitios, para más pesar de ella, era al fondo, justo al lado de la ventana. Se sentó para el lado del pasillo y le dejo a él más cerca del cristal. Pese a que no debía gustarle la idea, cuando él se sentó a su lado y sonrió, algo le hizo pensar que igual al final del todo no estaba tan mal, lo cierto es que igual no era tan como todos decían. Él la miro fijamente, sus amigos tenían razón, si se le hubiese acercado en la barra de un bar no le hubiese dicho que no. Se acercó sonriendo, se presentó y le dijo que sería un placer compartir mesa con ella. Quizás podía haber sido algo más cortes o quizás no, pero prefirió  mantener las distancias y contestarle que ella, sintiéndolo mucho, no podía estar tan segura. Él sonrió y fingió que su “broma” había tenido gracia. Ella, le ignoro y se sentó, sin prestarle más atención.
Pasaron semanas y semanas así, él, intentando abordarla por cualquier flanco que creía que se le presentaba ,ella, esquivando los balones como jamás había visto a nadie hacerlo. Él cogió como rutina estar esperándola con una sonrisa, cogerle cualquier cosa que se le caía al suelo e incluso cruzar de acera para saludarla, mas en todo ese tiempo, no consiguió un número de teléfono, una dirección de correo electrónico, ni siquiera una palabra con más énfasis que la anterior, simplemente no existía para ella. Por supuesto, no dejo sus vicios por ella, pese a pasarse las noches apoyado en la barra de los bares contemplando la puerta., para abordarla si aparecía, en todo ese tiempo no dejo de pasear a otras chicas por el pasillo de su casa.
Ella, mientras le ignoraba, siguió con las rutinas de su vida, iba a clase, volvía, estudiaba toda la tarde, y el fin de semana estudiaba más. En sus ratos libres leía, y si le sobraba mucho tiempo, iba a ver a su novio. Hasta que un buen día, su vida, su monótona y constante vida, se vio truncada por el azar. Su novio le dijo que había estado bien todo el tiempo que habían pasado, pero que cada día tenía menos tiempo para él, que ambos debían reconocer que seguían juntos por comodidad, porque no les costaba nada, pero que había llegado el punto en que debían dejarlo. Estaba claro que aquello no era lo que necesitaba ninguno de los dos, no les estaba aportando absolutamente nada. Así que tras una larga conversación, ambos decidieron que lo mejor sería ser tan solo amigos. Esa noche ella decidió salir a tomar algo con sus amigas, no estaba triste porque su novio la hubiese dejado, era que de repente no tenía un plan, no había contado con aquello y no sabía demasiado bien que debía hacer.
Y una vez más la casualidad quiso jugar en su lugar; provoco que coincidiesen en el mismo bar. Mientras él adoraba a una barbie rubia que se había cruzado en su camino, ofreciéndole un gran abanico de planes para esa noche, la vio entrar. Pero por primera vez en todo aquel tiempo, decidió que no sería él quien fuese a hablar con ella, que iba  a ser ella quien sintiese el arduo deseo de acercarse a ser agradable. Las amigas de ella le señalaron a su compañero de pupitre y le dijeron que debía entablar conversación con él. Ella las miró incrédulas y les dijo con sarcasmo, que lo mejor sería que esperase a que él recuperase su lengua. Pese a que sabía que era una locura y una impresionante tontería, pensó en hacerlo, pero ella no era de ese tipo de chicas que se arrastraban ante el tipo de chico que era él; por lo que decidió simplemente acercarse a pedir a la barra, cerca de él y la barbie.
En cuanto vio que ella se acercaba, despidió a su chica rubia y la miro, no es que sintiese nada hacia ella, pero era un reto, su reto. Ella le sonrió y se acercó, él, se ofreció a invitarla a cambio de que por primera vez desde que la conocía se decidiese a charlar un rato. Barajó la oferta, decidió quedarse y aceptar su invitación. Acercó un taburete y comenzó a charlar con él. Primero hablaron de la chica rubia, luego el porqué estaba ella ahí, él no pudo evitar criticar su bebida y ella ignorar su comentario. Pero para cuando se quisieron dar cuenta, estaban completamente solos, ella puso cara de verdadera pena al darse cuenta de que debían irse, pero él, le ofreció un plan alternativo a regresar a casa. Ella se disculpó y dijo que se había hecho demasiado tarde, por lo cual él decidió ofrecerse a acompañarla a casa para que no volviera sola. En el camino siguieron charlando, mas, al acabar la noche, él se dio cuenta de que no había conseguido más que cuatro horas de rellenar vacíos. Ella no le había contado nada de su vida, y mucho menos le había dado señal alguna de que aquello fuese a cambiar en el futuro.
Metió la llave en la puerta y abrió, curiosamente, no pensaba que hubiese perdido la noche, es más, por primera vez se había divertido sin pensar en nada mas, y no había hecho nada malo. Simplemente había pasado la noche charlando en la barra del bar con un compañero de clase, era simplemente eso, pero si realmente era solo eso ¿por qué se sentía tan agitada? Tenía que reconocerlo, lo había pasado bien. Y le había juzgado mal, era un buen tipo, alguien con quien se podía hablar y que, a pesar de las expectativas, no se creía el ombligo del universo. No le había dicho nada y aun así, sabía que él le daba la suficiente confianza como para habérselo contado todo, era raro, nunca se había sentido tan confusa como aquel día, necesitaba un plan y rápido.
La semana siguiente, pese a que él nunca lo hubiese creído, ella volvió a hablar e incluso menciono de pasada que había estado bien y que podría repetirse. Y lo cierto es que así fue, pasaron días y días quedando. Ella se ofreció a ayudarle con las clases, así que comenzaron a pasar las tardes juntos, pero simplemente en calidad de compañeros. Tras un largo periodo así, él se dio cuenta que las cosas no iban a cambiar, se decidió a preguntarle si ella le daría algo, antes de que terminase de hablar, y para sorpresa de él, depositó un trabajo sobre la mesa mientras decía “no debería, pero de acuerdo, cópialo”, él, sonrió a la vez que decía “vaya, ha sido la calabaza más interesante de mi vida”, ella, se sonrojo e ignoro el tema. Entonces él, aceptando que era una misión imposible, se acercó mucho a ella y le dijo “creo que ambos queremos que esto suceda ¿no es cierto?”
Pero ella no tenía del todo claro querer lo mismo que él, por lo que se separó. “No estoy segura de que ambos queramos lo mismo, ¿sabes?” Y se fue.
No podía permitirse ese tipo de errores, no estaban hechos para estar juntos, y ella no quería estar con él, no entraba en el plan, al menos de momento.
Él, por el contrario, no se dio por vencido, no lo había hecho nunca y no pensaba dejar que esta fuese la primera vez. Así que corrió detrás de ella mientras le gritaba que le diese una oportunidad. Finalmente, ella se paró en seco y él pudo alcanzarla. “Tan solo una oportunidad, no te pido más, déjame que te enseñe otro punto de vista ¿vale?” Ella accedió, no sabía el porqué, pero le gustaba la idea de que, por una vez, alguien le dejase ver las cosas desde el otro lado del cristal . Así que en los sucesivos días y coincidiendo con las vacaciones, no se separaron ni un momento. Le enseñó rincones de la ciudad que ella desconocía del todo, sus libros, música y películas favoritas, pero de todo lo que le enseño, lo mejor fue a ser verdaderamente feliz, pensando en el momento y sobretodo, en ella. Gracias a él, comenzó a no pensar tanto en los demás, y a hacerlo un poco más en ella misma.
Y después de todo aquello, cuando las vacaciones habían acabado y con ello su periodo de prueba, se dio cuenta de que aún no había conseguido ni siquiera un beso de aquella chica. Entonces y cuando ni siquiera el mismo lo esperaba, ella le sorprendió, y le enseño las maravillas de trabajar para el futuro, le había costado verdadero esfuerzo, era cierto; pero sin duda era el mejor beso que le habían dado en la vida. Quizás no superaba a otros en calidad o duración, pero si en sentimiento; era el primer beso que daba a una persona a la que realmente quería. En los progresivos días, él se ocupó de verla, y cada día le enseñaba algo nuevo, una nueva caricia, un nuevo tipo de beso o incluso, una nueva postura. Se dio cuenta de que, pese al halo de inocencia que la rodeaba, en el fondo, era tan buena amante como él mismo; la única diferencia era que ella no lo pregonaba.
Pasaron así mucho tiempo, ella le ayudaba a aprobar, él hacía que todas sus noches fueran inolvidables. Y así, juntos, cada uno fue conociendo el mundo que había al otro lado del espejo.
La gente no podía creerse el cambio que estaba teniendo lugar ante sus ojos. Eran la pareja perfecta, se complementaban y ayudaban hasta el límite, conectaban entre ellos como si fuesen un todo. Ambos se habían vuelto a la vez tan el otro que era difícil establecer un límite entre ellos, pero aun así conservaban a la perfección sus verdaderas esencias, aquello que les hacía únicos y envidiados.
Hasta que un día, ninguno de los dos llamó al otro. Ella, llamo al chico con el que había salido tanto tiempo, para decirle que ahora de verdad estaba preparada para compartir una verdadera relación con él. Por su lado, él, se fue con sus amigos de fiesta, a conocer chicas nuevas, ya que hacía mucho tiempo que el continuo desfile femenino que tenía lugar por su pasillo, se había frenado.
Y aquello no duró solo una noche, nadie supo que había pasado, no se conoció una riña, una pelea, algún tipo de discusión o el más mínimo problema entre ellos. Fue algo sin naturaleza, simplemente un día, y de total y mutuo acuerdo, ninguno de los dos volvió a mirar al otro. Fue como cuando una pila se agota, simplemente las cosas dejan de funcionar, sin un fuerte estallido, tan solo con un grito sordo. Supongo que lo que les paso y nadie quiso admitir, es que dejaron de aprender el uno del otro, no tenían nada nuevo que ofrecerse. Y es que a veces cuando uno pasa demasiado tiempo al otro lado del espejo lo que en un principio resultaba llamativo, y extraño, lo que antes era el lado contrario, ahora tan solo vuelve a ser monotonía y aburrimiento, por eso el día en que ambos despertaron sabiendo cual era en ese lado del espejo la derecha y cual la izquierda, se dieron cuenta de que tan solo habían girado la moneda, pero volvían a estar igual que al principio. Para ella, todo aquello no entraba en el plan. Y él, para ser sinceros, jamás se hubiese metido en uno. Por eso no hubo más palabras, simplemente, cada uno, volvió a su lado del espejo.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Sabes yo te quiero, pero eso no implica que no pueda hacerte daño aunque sea sin querer ¿sabes?
Puedo asumir ciertos riesgos
¿Pero puedo yo? Ese es verdaderamente el kit de la cuestión.
No entiendo, ¿Tienes miedo a hacerme daño? ¿No debería ser yo ese?
No, no es eso tengo miedo a que tu me dañes a mi. ¿No entiendes que igual que sin quererlo yo puedo romperte el corazón podrías volver a rompermelo tu a mi?
Pero como iba a hacerte daño si te amo.
Para empezar podrías olvidarte de ello.
 

sábado, 3 de diciembre de 2011

A+

-¿Donde esta D- Pregunto El deseando verla.
-No tengo ni idea, dijo que venia, habrá perdido el bus para no variar.
-Mira que es desastre-Opino otro.
-Si se levantase de la cama cinco minutos antes no estaría todas las mañanas con el mismo cantar- alegó alguien.
-No sufrais, en 10 minutos entrara por esa puerta agobiadisima contándonos como perdio el bus por culpa de un semáforo.

Y zanjado el tema de donde estaría D que no fuese en su cama calentita apurando el tiempo todo el mundo se puso a sus quehaceres.

-Oye no es por nada pero esta apunto de comenzar la siguiente clase y D aun no ha aparecido, que alguien la llame anda.
-Venga ya la llamo yo.
-Yo acabo de mandarle un sms diciéndole que mueva su culo de debajo del nórdico a aquí.

Y sin que las llamadas o los sms sirvieran de nada es como dio comienzo la siguiente clase y todas las demás. Pero D seguia sin aparecer. Entonces El empezo a preocuparse, ¿Qué diablos le pasaba a D para no ir a clase?

-Que bien viven algunas ¿no? Vaya morro le ha echado D, pero claro como nos tiene aquí a nosotros pa firmarle y que nadie sepa que hoy ni ha pisado por aquí.
-Pues a mi me parece raro.
-Tu lo que tienes es mono de tu novia.
-No, yo digo que no es algo normal en ella, ella es quien nos riñe a nosotros cuando faltamos. Igual esta enferma. Voy a llamarla a ver.- Y dicho esto el salio fuera para llamar a D, no ir a clase en todo el día y no avisar a nadie no era un comportamiento propio de ella. Vale que lo mejor de ir cada día a clase era ver su sonrisa, y no verla hacia que el mundo brillase menos pero de verdad habla algo raro en todo aquello.

-D, por fin das señales de vida, ah disculpe creí que era D, puede ponerse ella, ¿QUÉ? ¿Pero está ella bien?

-¿Que Novio ya estas mas tranquilo?
-Si mucho mas pedazo de capullo. Sobretodo ahora que se que D esta en la uvi, la han atropellado hace cinco horas.

lunes, 28 de noviembre de 2011

xmas sucks

Laura caminaba junto a él, o quizás con él, no se. La cosa es que sus pensamientos estaban muy lejos de allí, a cientos de kilómetros, haciéndole daño como siempre. Él conseguía que se sintiera mejor, pero se acercaba la Navidad y siempre había odiado esa época, la ponía de mal humor y conseguía que su aura fuese más negra aun que el resto del tiempo, y aquella Navidad no iba a ser diferente, por mucho que el merodease por allí, la Navidad apestaba y nadie iba a convencerla de lo contrario.
Era una época de hipocresía, de materialismo, de falsa moralidad... Era la época en la que todas las empresas, clases, grupos y asociaciones se reunían para salir a cenar o comer; aunque el resto del año se tirasen los platos a la cabeza.Familias enteras se reunían aunque el resto del año ni se acordasen de sus parentescos. Todo el mundo estaba obligado a quererse en Navidad, y por supuesto debe demostrarlo con preciosas postales, y carísimos regalos, aunque el 10 de enero no quede para comer el resto del mes. Por supuesto otra obligación en Navidad es ser feliz, y demostrarlo llenando tu casa de luces, un arbolito y cantar villancicos al son de una zambomba. Todo el mundo se promete cosas en Navidad, desde dejar de fumar hasta ir al gimnasio pasando por verse más, pero estas promesas desaparecen el dia ocho en la misma caja que las bolas del árbol.
-¿En que piensas princesa? ¿Ocurre algo? Sabes que estoy aqui y que te quier(..)
-No, no lo digas ahora. No me digas te quiero en Navidad, no quiero que se te haya olvidado para la mañana de reyes.


-Tengo que contarte algo, quizás esta no sea la mejor forma ni el mejor lugar pero estoy con S.
Se que en mil ocasiones he dicho que no me gusta e incluso se lo he dicho a El, tambien se que he alegado en mi defensa estar enamorada de otro y ahora eso puede usarse en mi contra, pero nada tengo que decir sobre eso, las explicaciones pertinentes sobre mi nueva decisión ya se las he dado a mi corazón y bastante me ha costado convencerle de las ventajas que esta nueva situación nos aportan a ambos, como para tener también que convecerte a ti ahora.

Seré completa y cruelmente sincera, quiero a S, pero por desgracia le quiero de cabeza, no digo que con el tiempo mi corazón no acepte la decisión y le quiera el también, pero por ahora solo se trata de una inversión de futuro. Se que todo esto dicho asi suena horrible. Pero no me malinterpretes, repito que le quiero, y me mataria hacerle el menor rasguño, pero uno no pasa de levantarse con la seguridad de haber encontrado a su media naranja a decidir que se equivoco. S es lo que siempre he querido o mejor dicho lo que siempre he necesitado y supongo que este es el momento justo para aceptarlo.
Además añadiré que a mi corazón no le desagrada del todo, así que tampoco es una completa locura ¿sabes? De hecho me encanta esa sensación que me garantiza que todo ira bien cuando estoy junto a el.
Por ello y por muchos mas motivos, que ya he sopesado en una larga lista de pros y contras, esta vez voy a meterme en una relacion como lo hago cuando tomo el resto de decisiones, con cabeza no con un maldito órgano que solo sabe latir mas rápido para decir que estamos dispuestos a sufrir, estoy con S. Siento las formas de contartelo pero de otra te hubieses reido de mi.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cold

Aun tengo sueño, hace poco que me he despertado y tu ya estas en el marco de la puerta fumando, como siempre, mientras me esperas. Sonrío y me acerco, la moto esta parada junto a ti, por eso sonrió. Me pasas el casco y me subo, no venia preparada para ir en moto así que me tocara mojarme, quieres dejarme tu mono, pero no quiero no lo necesito, os tengo a ti, tu moto, y el humo de tu cigarro que aun se ha quedado varado entre ambos, no me importa mojarme.
La lluvia y el aire me golpean en la cara, pero eso ayuda a despertar. Me sujeto firmemente a ti, y entonces me doy cuenta de que no tengo ni idea de a donde vamos, y me da igual, solo deseo que este muy lejos, y que este momento no acabe nunca jamas. 
Se que nos queda poco tiempo, es una lastima haberte conocido en el momento justo en que nuestros caminos se bifurcan y que tan solo nos queden estos pequeños momentos. Por ello intento grabar las imagenes fuertemente, tu fumando, tu moto, nosotros juntos, tu sonrisa, todo. Vaya has frenado, pero aqui no hay nada. Me bajo, te quitas el casco, yo hago lo mismo, no entiendo nada, y entonces me besas. No se a que venido ni porque, ni te conozco ni me queda tiempo para ello. Pero te beso. Te pones el casco de nuevo, así que vuelvo a subirme a la moto y te abrazo fuerte, apoyo mi cabeza en tu espalda y aspiro con fuerza tu olor, me encanta, me encantas. Aunque dure lo que el humo de tu cigarro, me encanta. Sonrio

martes, 15 de noviembre de 2011

Maldito guason

Odio lo rápido que pasa el tiempo, sin dejarnos disfrutar al máximo cada segundo llevándoselos como si tan solo a él le perteneciesen. Dejando para mi tan solo una enorme y tediosa sensación de vacío y añoranza. Una horrible sensación que me hace creer que Hollywood se arruinara en los próximos meses, porque desde que tú no me acompañas no he encontrado una película que valga la pena.
Aunque poco a poco estoy aprendiendo a valorar más y más los pequeños detalles, cada día aprecio más aquellos que ya no tengo. Echo de menos tumbarme en mi sofá contigo, y echo de menos salir a la terraza para llamarte porque no quiero que nadie escuche lo que te digo, y echo de menos ver por tus ojos y pensar que todo es una magnifica fotografía, que ya jamás captaremos. Extraño que salgamos por ahí, porque antes siempre éramos dos, siempre en una perfecta armonía.
Me encantaría poder ver una vez más como te desesperas conmigo, por ir un paso por detrás del mundo. Echo de menos besarte sin importarme si llueve, si graniza o sin son las mil. Echo de menos tus labios, y tus mejillas no siempre perfectamente afeitadas.
Incluso en los últimos momentos, he llegado al extremo de recordar con calidez cuando discutíamos porque lo hacíamos juntos, y porque los segundos en los que no discutíamos me recordaban porque valía la pena luchar por esto.
Pero para más burla contra mi persona ese guasón vestido de reloj, que me ha robado cada segundo a tu lado, se decide hoy a sentarse con tranquilidad a mi lado en tu sofá, o a venir conmigo al cine, incluso a besarme de vez en cuando, y por eso él, encargado de curar todas mis heridas ha decido alimentarlas con sal.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Armonia

Me encanta la perfección con que la naturaleza hacen que encajen las cosas, las gotas de agua dando lugar a las nubes, o los copos de nieve dando lugar a ese precioso manto blanco, cada una de las hierbecitas que componen el campo, o cada una de las hojas que da lugar a un árbol y cada uno de los arboles que da lugar a un bosque. Como encaja el aliento en el cristal y los corazones en este. Como las letras encajan una detrás de otra, dando lugar a las palabras que se juntas en formaciones tan preciosas como un te quiero.
Me encanta como pueden encajar dos personas, como sin esfuerzo encajan a las perfección dos manos distintas en un apretón, o dos cuerpos pueden fusionarse en uno solo en un abrazo, y como un beso puede hacer que dos bocas distintas no sepan dónde empieza la una y donde acaba la otra, como incluso y sin tocarse dos miradas pueden fusionarse y llegar ahogarse en la pupilas del otro. Como a veces dos mentes pueden conexionarse hasta el punto de no necesitar de las palabras para saber en qué piensa el otro.
Por todo ello me encanta como la naturaleza jamás deja un cabo suelto, atándolo con suma delicadeza y perfección siempre a otro, o bueno casi siempre, porque en nuestro caso no fue así, pese a que nuestros abrazos encajaban a la perfección, a que cuando te beso puedo saber hasta el primero de tus pensamientos al despertar, a que encajas absolutamente bien en mi cama ajustándote a cada uno de mis movimientos como si por invisibles hilos estuviésemos unidos, a que me encanta como solo tengo que mirar para la otra acera para que tu cruces, a que siempre esperas a que yo hable pero tu ya estas pensando lo mismo, a que tus bromas y mi risa encajan a la perfeccion, para nosotros no ha habido jamás un momento en el que nos enlacemos con suma y delicada perfeccion, porque en nosotros jamás ha existido la armonía y jamás existirá. Pero pese a ello me sigue enamorando como las gotas forman las nubes, como los copos de nieve tejen una manta que lo cubre todo en el invierno, o como cada hierbecilla se una a la de su lado formando el verde campo, o como,,,

viernes, 11 de noviembre de 2011

jealousy

Reconozco que era ese tipo de personas a las que jamás podré admirar, pero aun así jugaba en una liga superior.
Tenia y siempre había tenido todo en la palma de su mano, era guapa, aunque yo no estaba demasiado de acuerdo, pero tampoco lo discutía, tenia una carrera y fama. Pero sobretodo y quizás lo que más me corroía era que lo tenia a Él, bueno en teoría ahora solo eran amigos, pero no hacia falta ser doctor en psicología, para ver que aun quedaban restos de una antigua aventura. No me importaba el hecho de que estuvieran juntos o de que lo hubiesen estado, me enervaba la idea de que jamás podría luchar contra ella.
Sobra decir que no me caía bien, pero no se debía a nada demasiado personal contra ella, era más bien que por regla general el tipo de personas a las que ella pertenecía no me caían bien, y no estaba dispuesta a dejar que ella fuese la excepción. Además resulto ser algo común. Pues pese a estar ella a siglos luz por encima mio, odiaba que me hubiese metido en su terreno. Odiaba el hecho de que respirase su mismo aire y no podía ni imaginarse la idea que algún día besase los mismos labios que tantas veces había besado ella. Yo poco podía imaginarme ese hecho pues ya digo que siempre estuve convencida de que ni siquiera podría participar en un tu a tu contra ella, pero resulto que yo tenía algo que ella jamás podría ofrecer, tenia aquel algo que le enamoro.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Era se una vez...(II)



A la mañana siguiente, cuando la dulce princesa abrió sus ojos, nuestro hermoso caballero ya había partido en busca de aventuras y de aquel horrible ogro que atormentaba al reino. Ella suspiro y rezo porque volviesen a verse pronto. Y se vistió, pues a ella también le esperaba una larga jornada de camino al Palacio de Verano. Tras vestirse y acabar de recoger todo su equipaje, que no era poco puesto que ella era una bella princesa y debía serlo siempre, mando a su ayudante de cámara a avisar al cochero para que lo preparase todo, para partir lo más pronto posible, pues no quería llegar de noche. 

Y así fue, la princesa y parte de la corte marcharon rumbo al Palacio de Verano. Este palacio, se encontraba al final del reino, justo en la frontera que limitaba con el reino vecino. A la princesa siempre le había encantado pasar sus veranos allí, aunque este iba a echar de menos a su apuesto caballero. Tras un largo viaje, llegaron casi para la hora de la cena, asique la princesa subió a sus aposentos a dejar todo el equipaje para luego bajar a cenar algo. Subió y lo coloco todo, al tiempo que se aseguraba de que todo estuviera en orden. Cuando ya casi había acabado, irrumpió en su habitación su primo, venia llorando cual magdalena porque nada estaba bien allí, le habían cambiado la cama, y los tapices, y la moqueta, todo era diferente y a él no le gustaba. La dulce princesa se las arreglo para convencer al pequeño infante de que así estaba mucho mejor, y para que se le acabase de pasar el disgusto, bajaron al comedor a disfrutar de los suculentos manjares que les aguardaban. Tras cenar y haber consolado al joven infante, la princesa se fue a su habitación, pues estaba realmente cansada de todo el día.

A la mañana siguiente, cuando la dulce princesa se despertó, el sol lucia con alegría y calor, así que bajo a desayunar a los jardines de palacio. Se sentó en una pequeña mesa redonda de nácar, junto a unas hermosas orquídeas. A la princesa le encantaba la sensación del sol acariciando su cara, y aquella tranquilidad que le transmitía aquel lugar. Podía oír el canto de los pájaros, y observar el revoloteo de las mariposas. Y justo cuando todo aquel idílico paisaje se había apoderado de ella, apareció alguien. La dulce princesa se asustó mucho pues no sabía que hacia un desconocido en su palacio, así que chillo de terror. Entonces, el joven invasor le dijo que se tranquilizara, que él no era ningún invasor, era el príncipe hijo del dueño del Palacio de Verano. Y no es que el padre de la princesa tuviera un hijo secreto o algo así, era mucho más sencillo. Desde que la crisis había llegado, muchos habían sido los reyes que se habían visto obligados a vender sus posesiones para poder alimentar a su pueblo, y el padre de nuestra princesa no se había salvado de aquella, y habíase visto obligado a venderle la mitad del Palacio de Verano al rey de un reino lejano que había sido menos afectado por la crisis. Lo que nos lleva a que, nuestro joven invasor, no era más que el hijo del rey que había pagado las deudas del padre de la dulce princesa. 
El joven invasor, al que desde ahora llamaremos por su título: príncipe, trasmitía confianza y serenidad, así como un horrible sentimiento de aburrimiento, por ello no le importo a nuestra dulce princesa que se sentase con ella a desayunar. Y así fue como paso aquel lugar de ser solo suyo a compartirlo con él, y aquello nada tenía que ver con las deudas del reino. 

El príncipe venia de un reino bastante lejano, donde todo era bastante diferente a como eran las cosas en el de nuestra linda princesa. Así que charlaron y charlaron, mientras tanto la princesa no pensó ni por un solo segundo en el hermoso caballero, que mientras tanto luchaba contra ogros, trolls, e incluso algún zombie que se había confundido de cuento.

lunes, 24 de octubre de 2011

Era se una vez.....(I)


En un reino lo suficientemente lejano, como para que nadie crea que esta historia me sucedió a mí, vivía una dulce princesa. Aquella princesa, vivía fielmente enamorada de un caballero del ejército del reino. Estaba enamorada de la fiereza con la que se enfrentaba a cualquier abominable bestia, que osase acercarse al reino de nuestra princesa. Además el caballero siempre estaba allí donde ella la necesitase, para rescatarla de cualquier apuro, había estado allí cuando el dragón la había intentado secuestrar; Y después lo hizo cuando en una noche de tormenta, el viento se llevo el tejado de palacio, esa noche estuvo allí dándole calor, al tiempo que la  protegía de la lluvia, y también estuvo a la mañana siguiente cuando hubo que reconstruirlo.
También, debemos añadir, que aparte de encantador, el caballero era muy guapo. Por eso no era de extrañar que las damas de la corte, se peleasen por pasar un rato junto a él. Pero pese a tener a toda la corte revolucionada, nuestro hermoso caballero siempre encontraba un rato, para sentarse en el jardín a la sombra de algún árbol a charlar con la princesa, porque a fin de cuentas él también la quería.
Nuestra princesa sabia, que ella era la heredera de la corona, y que debía hacer lo mejor por su pueblo, y ello conllevaba encontrar un rey, que estuviese a la altura de lo que los ciudadanos necesitaban. Así que aprovechando una fiesta de palacio para dar la bienvenida al verano, y donde ambos se encontraban, decidió declarle su amor. Y es que nuestra princesa, pese a ser una princesa de cuento, era muy moderna y abierta. Así que al final de la noche, mientras todo el reino disfrutaba del principio de la estación calurosa, ella se alejo paseando con él, por los jardines de palacio, hablaron y hablaron, como habían hecho todo el día, como habían hecho siempre, y entonces cuando la princesa tenía ya las palabras de amor en la boca, se dio cuenta de que no podía perder al caballero, y decirle en ese instante lo mucho que le quería no valdría para nada, pues él se iba a la mañana siguiente, a la lucha contra un ogro salvaje, que había aparecido en la linde del bosque que estaba tras las murallas del reino. Y ella, ella debía irse como cada año al palacio de verano, y no volvería a verle hasta que ambos regresasen. Y además, y sobre todo, el hermoso y fiel caballero se había convertido en su amigo, quizás en su más fiel amigo. Por ello tan solo le abrazo y deseo suerte en su lucha, y regreso así a su alcoba a preparar las maletas para su viaje al palacio de verano, pero eso es otra historia y ya no procede que os la cuente hoy.

domingo, 23 de octubre de 2011

Conversaciones

-Ayer tuve un sueño horrible ¿sabes? Y todo, por tener esas conversaciones trascendentales a altas horas de la madrugada.
-¿Qué soñaste?
-Soñé con que fuera de esta bolsa, y de esa supuesta caja donde esta la bolsa, había algo mas.
-¡Dios mio! Eres el fruto seco mas paranoico que he visto jamás.
-Pero es que eso, no es todo.
-Sorprendeme....
-Además de soñar con las leyes físicas que definen este universo, he soñado que fuera de el, había unos seres horribles, que se consideraban por encima del bien y el mal, como si de Dioses se tratase, decidiendo cuan tostados íbamos a estar o cuando debíamos morir. En muestra de su despotismo nos torturaban de formas horribles, para acabar devorandonos.

-Madre mia, no te vas a creer lo que he soñado. He soñado con un cacahuete que conversaba sobre el más allá, la materia oscura, la expansión del universo, etc con una pipa.

sábado, 22 de octubre de 2011

Remember

Abrió el armario, y de la balda mas alta, sacó una caja de metal. La abrió. Estaba llena de recortes, fotos viejas, tickets... Metió en ella un sobre, era una carta, una carta para si misma. O para lo que quedase de ella, después de que se bebiera aquella ampolla de color rosado.
Para que entiendas lo que era la ampolla rosa, o el porque de ella debo dar un poco marcha atras.
Echo llevaba un año entero sufriendo, día tras día y noche tras noche los fantasmas de sus recuerdos la acosaban sin cesar. No todos eran malos recuerdos, pero eso era lo peor, que los buenos, dejaban severas heridas donde luego reposaban el resto.
Por ello Echo no podía más y había encontrado la solución a sus problemas, en un nuevo fármaco, que producía amnesia permanente. Tras muchas investigaciones sobre este, se decidió a probarlo, pero habia un efecto secundario que no agradaba a Echo, perdida de la personalidad a largo plazo. Echo sabia, que somos lo que somos, en gran medida por los recuerdos, por ello no estaba dispuesta a deshacerse del todo de ellos. Así que paso un largo tiempo guardando recuerdos, escribió un montón de libretas con todo lo que le venia por la cabeza, junto fotos, etiquetas, recortes de periódicos y revistas... Todo lo que podía representarla y lo metió en una caja de metal del tamaño de una caja de zapatos, una caja de zapatos de un 38 para concretar mas.
Aviso a familia y amigos que cuando diese el paso seria incapaz de recordarlos.
Y por ultimo lleno el espejo de notas, y la pared de post-it con cosas que no debía olvidar. Su nombre, su edad, su dirección, todo sobre sus padres, donde trabajaba, como hacer una buena tarta de chocolate, cuantas pechugas habia en el congelador... Y después de esto rompió la ampolla. Guardo la caja. Y bebio...

Nada, no recordaba nada. O eso fingiria al menos. A fin de cuentas nadie sabia que la ampolla que ella había tomado solo tenia agua y sal, podía fingir ser quien quisiera y dejar que el resto hiciese lo mismo

lunes, 17 de octubre de 2011

Icecream

Camino por la calle, arrastrando los pies al son de ninguna melodía, mientras comía un helado. Un helado de nata. Un helado de nata blanca.
Y una vez más, allí estaba aquella manía por desmembrarlo todo, que le había llevado a acabar quitándole el color al mundo. Y es que desde que se había encerrado en aquella idea de que todo tenia que tener un porque y se había asomado por aquel maniqueista cristal, no había hecho más que perder cosas. Primero perdió el tiempo intentando explicárselo a los que le rodeaban, luego perdió la paciencia porque no lograban entenderle, después perdió a los que le rodeaban porque había perdido la paciencia, después la perdió a ella, y todo por aquel absurdo argumento de o estas conmigo o estas contra mi. Y eso le trajo mucho dolor, que le hizo perder la cordura. Y cuando perdió la cordura acabo perdiendo también la noción del tiempo, y claro sin noción del tiempo tampoco tenia noción del espacio. ¿Y sin espacio donde iba a poner los colores? Y sin colores, como no iba a ser blanco el helado.

jueves, 13 de octubre de 2011

Pinchos Pinchudos

-¿Esta bien?
-No
-Vaya....

No hay respuestas educadas en lo que a ti corresponde, solo hay respuestas sinceras y mentiras. Y tu jamás mientes.
A veces esto solo me lleva a la conclusión de que eres un tanto capullo, otras esta bien hablas sin tabús, sin expresiones mas correctas políticamente hablando, sin términos que suavicen el dolor.

Pero tu eres especial en todo lo que te incumbe, en tu forma de hablar, en tu manera de entregarte a los demás: incondicionalmente y a la vez siempre tan distante.

Tú con tus miedos y paranoias, siempre tratando de evitar lo que en realidad eres. Siempre huyendo de la soledad al precio que sea. Tú siempre tan escondido detrás de esa coraza de pinchos, pero pinchos pinchudos por supuesto.

viernes, 7 de octubre de 2011

Cerezos

Volvió a mirar tras el cristal, aun continuaba lloviendo, llevaba así las ultimas cinco horas. Estaba harto, aburrido no sabia que iba a hacer ya. Pensó en que quizás debía haberse ido de viaje, lejos de aquel lugar, debía haber ido a un lugar donde los cerezos hubiesen florecido ya o cualquier lado. Tan solo necesitaba una pequeña maleta y dejar que los trenes le llevasen donde quisiera.
En el piso de al lado sonaba el teléfono, pero no había nadie en casa para contestarlo. Siguió contemplando su reflejo en el cristal y como ahora ya ton solo era eso, su reflejo, solo el de él, ya no estaba ella para acompañarle en su sufrimiento en su caminar por la vida. Pensó como seria todo si se muriese en aquel instante. Aquellos pensamientos le produjeron miedo, y decidió volver a concentrarse en lo que veía por el cristal, tan solo unos niños que corrían y saltaban bajo la lluvia.
De golpe se imagino a si mismo prendiéndole fuego a la casa, acabando con todo, como si ya todo careciese de sentido. Y volvió a asustarse de si mismo, era incapaz de entender porque aquellos pensamientos le acosaban. Bueno realmente se daba una explicación, ya todo carecía de sentido, pues de que le servia vivir fiel a su corazón, si el suyo propio estaba lleno de heridas, cicatrices y dolor. Se llevo la mano a este y noto como latía desbocadamente, no sabia si por el dolor del recuerdo o por los pensamientos suicidas que le llevaban acosando toda la tarde. 
Volvió a centrarse en lo que veía en la calle, unas abejas bailaban alrededor de un grupo de flores. Cuanto hacia que el no salia a bailar o divertirse, ni tampoco iba a tomar un café y disfrutar de esas insulsas charlas que lo acompañan siempre. Deseo tener alas para poder huir de aquel lugar, para poder aparecer lo mas lejos posible. Pero entonces se dio cuenta de que tampoco tenia otro lugar al que ir, que estaba encadenado detrás de aquella puerta, de que fuese lo lejos que fuese solo serviría para tener que dar la vuelta hasta lo que obligadamente llamaba hogar, sacar la llave y volver a enclaustrarse de nuevo.Y es que a fin de cuentas sus fantasmas estaban allí. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

4u


Empezar no siempre resulta fácil, para ser sinceros es la opción más difícil que puedes tomar cuando estas tirado en el suelo de nuevo.

Pero a veces está bien, resulta interesante apoyar una mano y luego la otra y con un ligero esfuerzo arriba otra vez. ¿Cuántas veces me habré caído ya? Quién sabe, demasiadas para contarlas.

Siempre es la misma historia, una mirada, una sonrisa, un hola, una carcajada, y luego otra y otra y otra y de golpe, de golpe hemos llegado a la mitad del cuento con un beso, una caricia, un mal dia, una lagrima, y otra y otra y otra. Y entonces hoy me juro que se ha acabado, salgo de mi cama, me seco las lagrimas, y me visto, toca empezar de cero.

Vida nueva, amigos nuevos, casa nueva. Todo es perfecto. Olvidaba lo bien que se está cuando se está bien.
”Perdona ¿tienes hora?” “Las 12:15, buena hora para empezar de nuevo ¿no?"

Hace tiempo dije, que empezar no era fácil, y no he cambiado de idea aun. Pero quizás mas difícil que empezar, es no tirar la toalla y crecer día a día, año a año. 

Durante todo este tiempo conoceremos todo tipo de lugares y personas. Algunos estarán mejor que otras, habrá quien entre y salga de tu vida sin dejar ni huella, y quien por el contrario te marque eternamente.Crecer consiste en tomar decisiones, renunciar a cosas y aceptar otras; en saber estar cuando se necesita; en buscar tu lugar en el mundo. Es cierto que aveces la busqueda sera dificil e incluso confusa. En miles de ocasiones creeremos haber encontrado el lugar, para descubrir a la mañana siguiente que tan solo fue una ilusión. 


Crecer también implica aceptar el riesgo que ella conlleva, y sobretodo que no hay un truco, que sin errores no se aprende. Y lo afirmo yo, que he cometido cientos de miles a lo largo de mi vida, y sin ir mas lejos a lo largo del ultimo año. Pero aveces lo bueno de cometer errores es descubrir que no estamos solos, que siempre hay alguien ahí dispuesto a tendernos una mano que nos saque del pozo. No se cuanto tiempo más tendré el placer de seguir creciendo a tu lado, pero doy gracias por haberlo echo durante el ultimo año, doy gracias porque hayas seguido este lugar desde que nació. Y por ello hoy, que recordamos que hayas nacido tu, quería que el también estuviese junto a ti. 


Solo deseo que encuentres el lugar que buscas, que sigas creciendo con la misma pasión que lo haces día a día, que sigas comentiendo errores y que siempre tengas a alguien junto a ti, cuando lo hagas. Y se que lo harás, alguien con su mano siempre dispuesta, como la tienes tu, encontrara cientos de ellas cuando las necesite, empezando por la mía, por supuesto. Y es que no se cuanto tiempo duraras por aquí, pero si, que ya has dejado tu huella. 


"Perdona ¿tienes hora? 00:15, una buena hora para felicitarte el cumpleaños ¿no?"



martes, 4 de octubre de 2011

50 peniques por una sonrisa

Dicen que hay un momento y un lugar para todo en esta vida. Pero que ocurriría si el momento y el lugar, fuesen los mas inoportunos.Supongamos que el momento sea una pausa, un pequeño punto y seguido antes de escribir el siguiente renglón, un momentos de esos que te tomas por y para ti. Y el lugar, el lugar lo mas lejos de casa que puedas sospechar, un sitio donde tan solo seas un completo desconocido...

Te despiertas una mañana, con el sabor de un precioso atardecer, y el de un abrazo madrugador; pero ya tan solo se tratan de un recuerdo, tan intocables como lo inexistente, tan dolorosos como todo lo real. Toca caminar hacia delante, reconstruir este puzzle, imaginar que nada ha pasado y seguir hacia delante sin mirar atrás. Cientos de nuevas experiencias se encuentran al alcance de la mano, pero para ellos antes debes soltar del todo las viejas. Miedo, valentía, alegría, esperanza, añoranza. Tormentas de sentimientos entremezclados azotan la cubierta de tu alma, mientras tan solo caminas hacia delante. Pero entonces te detienes, alguien se ha metido en tu camino, ¿y ahora? ¿ahora como hacemos? ¿quién camina delante de quien ahora? ¿Y si seguimos juntos hasta que lo decidamos? Y así haceis, no os conocéis, ni pensáis hacerlo.

Pero el camino se alarga, se curva, se complica, y os ayudáis. Y resulta, que de este modo, el camino se hace más cómodo, más confortable, más bonito. Y de golpe ya no sabríais continuar el camino el uno sin el otro, y ya no sois dos desconocidos, y camináis sin mirar hacia atrás, pero tampoco hacia delante, tan solo el uno al otro, porque lo bueno del camino se encuentra ahora a vuestro lado. Pero porque no, comentáis que había atrás, como ha sido el resto del camino que habéis echo solos, o a quien habéis dejado atrás,  o a quien ibais a buscar al final de este, pero todo es diferente ahora. Y no os apetece hacer el camino con tanta prisa ya, así que os sentáis y coméis bajo los rayos del sol una enorme cesta de fresas, mientras sonreís.

Sonreid, seguid sonriendo y disfrutar cada fresa y cada segundo, pero por encima de todo no olvidéis que esto tan solo es una parada en el camino, pues más tarde deberéis continuar.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

I just need u

-Hola
-Hola-Contesto una vocecilla alegre al otro lado del teléfono-¿Que ocurre?¿Porque esa voz de pena?
-Te echo de menos, supongo que eso es todo. Ya que lo demás no es nuevo.
-¿Seguro?Tu voz no puede mas que preocuparme.
-No, no tranquilo, simplemente esta siendo una semana difícil y no tenerte aquí no ayuda ¿sabes? No quiero decir que las cosas sean peores porque tu no estés. Es simplemente que cuando estas, todo es diferente: el precio de mis sonrisas es mas barato, y el tiempo corre mucho mas deprisa. Tu y tus pequeños gestos sabéis convertir mi día a día en algo mejor.
Pero el sonido de tu voz es una medicina tan buena para mis heridas. Y es que extraño tanto el sonido de tu risa, el calor de tus labios, la dulzura de tus palabras, la fuerza de tus sentimientos, la forma tan graciosa en la que caminas de vez en cuando. Echo de menos que seas la primera y la ultima imagen que llegue a mi retina. Me gustaría tener otro segundo para tirarme al sol en la hierba a comer mientras disfruto de tu compañía.
Pero no quería preocuparte, es tan solo que hoy una canción me ha recordado a ti.
-

miércoles, 21 de septiembre de 2011

¡Tio!

-¡Tío deja el movil y haznos caso anda!
-Un minuto, un minuto.
Tres chicos, un coche rojo y muchos kilómetros de viaje.
-El mensaje es de ella ¿verdad?
-¿Acaso lo dudas? Mira su cara...
-Si varas... ¡Es de ella!
-Tengo ganas de conocerla sabes, después de tanto tiempo viéndote babear, me muero de ganas de ver como es.
-¡Pues como va a ser! Tiene dos ojos, una boca, dos brazos, dos piernas....
-Me refiero a "su algo"
-¿Su algo?
-Si, su algo especial.
-Ella no tiene un algo especial, ella es especial.
-Joder, chorvo te estas volviendo de un cursi....
-Si, por favor no seas ¡eeeh! Que aun nos queda mucho viaje.
-No es que me haya vuelto un cursi. Es que os juro que ella es especial. Nunca me había sentido con nadie como me siento cuando estoy a su lado, junto a ella todo es mejor. Y no entendeis nada, ella esta a mil años luz de todos nosotros en generosidad, en humor, en responsabilidad, en inteligencia; cuando estoy a su lado de veras me siento muy pequeño. Ella me hace reir, siempre esta de un humor excelente y jamas se enfada por nada, y si algo le parece mal simplemente lo dice. Puedo debatir con ella cualquier tema porque tiene sus ideas claras pero al tiempo esta abierta a nuevos argumentos.....
-Ahí tenéis a un hombre ansioso por mojar.
-Buf... Podéis llegar a ser de un capuyo.

domingo, 18 de septiembre de 2011

L

-¿Que ocurre L? ¿Cual es el problema?
-Yo, yo soy el problema. Una vez más mis conflictos internos me obligan a saltar por la borda antes de que hayamos tocado puerto.
-¿Creía que por fin estábamos bien?
-Fachada todo una fachada. O quizás no, quizás las cosas estén bien por primera vez y no sea capaz de acostumbrarme a la sensación. Quien sabe. ¿Acaso lo sabes tú? Porque yo lo único que se es que tengo ganas de quejarme.
-Lo siento L soy incapaz de comprender que esta mal.
-No lo se, solo se que las cosas no han parado de girar y no quiero decir que estén mal, simplemente están distintas y no se si me gusta el cambio. De hecho es como si hubiésemos gastado demasiada energía en un trabajo mínimo. Apenas nos hemos movido pero no hemos dejado de caminar ni un solo instante, como si solo hiciéramos unos horribles círculos que vuelven a dejarme donde empecé, pero después de haber visto otras opciones. Y es como si debiese obligarme a cerrar los ojos y fingir que todo es igual, aunque ya nada lo sea.

viernes, 2 de septiembre de 2011

Be

Él decía, que no quería ser nada mas de lo que había estado intentado ser. Que solo quería poder parar y pensar en si mismo, poder por un momento tener la mente en paz, sin mas peleas sin mas conflictos, simplemente tomar la decisión que le pidiera el corazón. Harto de mirar en cada rincón y preguntarse que debía hacer, harto de tanta crisis existencial.

Durante toda su vida, solo había luchado por ser el nacimiento de dos almas en una. Convencido de haberlo conseguido en un pasado que aun pertenecía al presente, defraudado por haberse equivocado, confundido por el descubrimiento.

Siempre rodeado de mentirosos, siempre dejándose mentir. Siempre rodeado de impostores que tan solo fingían ser y sentir aquello que alguien les había impuesto sin tener apenas idea de lo que hablaban. Siempre guardándose la opinión para alguien que la pudiese entender mejor. Viviendo tan solo a base de recuerdos, de lo que había sido una época mejor, intentando luchar por aquello que ya no tenia lucha.

Hasta que se encontraron, demostrando así que aveces las cosas solo suceden. Entendiendo por fin lo que era el nacimiento de dos almas juntas, entendiéndolo cada vez que abandonaba todo su alma, tras besarla, y al tiempo se llevaba con él la de ella. Olvidando como volver a una realidad de mentiras, pues ellos tan solo eran dos personas con la baraja encima de la mesa, sin trampas, sin tabús.

http://www.youtube.com/watch?v=8gFCW3PHBws&ob=av2e

sábado, 27 de agosto de 2011

EVA

Risas, carcajadas, miradas, frustración rabia, impotencia, humillación.
-¡Maldita sea Eva tu siempre has estado por encima de todo eso! ¿Vas a decirme que te importa ahora?
Llanto, desesperación, amargura.
-Eva, ¡por dios! Lo mas bello que tengo en mi vida es tu sonrisa, no permitas que nadie me la arrebate.
Dos ojos rojos irritados de llorar y henchidos de rabia, levantaron la mirada del suelo.
-Tarde, demasiado tarde, mi sonrisa ha sido el precio a pagar por sus carcajadas.
-Eva..
Un beso. Un beso de despedida.
-Por Dios, Eva, no puedes irte. Que importan ellos aquí.
-Te importan a ti.
-No mas que tú.
-Pero si mas que mi orgullo.
-Solo han sido unas bromas.
-Era cosa de tiempo, que importa el motivo.
-Te necesito.
-Sobreviviras.

miércoles, 24 de agosto de 2011

believe

-¿Eres creyente?
-Si, claro que lo soy, ¿No se nota?
-No se, como no sueles hablar demasiado de Dios y esas cosas, no estaba demasiado seguro.
-Ah! Te referías a creer en Dios.. Si también creo en Él.
-¿Qué hablas entendido entonces por creyente?
-Pues lo que creyente significa, si creía, si tenia Fe en algo.
-¿Y si no es en Dios en que tienes Fe?
-Si que creo en Dios, pero eso no me obliga a tener Fe en ninguna de las religiones establecidas ¿Sabes? Digamos que mi Fe es privada. Eso no implica que no crea, pero lo hago de una manera más propia, quizás más cómoda a la vista de algunos. Pero prefiero establecer un único dogma de vida que consista en no faltarme al respeto a mi misma jamás. Y esto siempre me asegurara que no les falte al respeto a los demás. Y estoy segura de que obrando así, sea cual sea el Dios que haya, si lo hay por supuesto que tampoco descarto la no existencia de este, no vayas a pensar; no habré defraudado a ninguno, y si al final no existe pues no habré perdido el tiempo, porque tampoco me habré defraudado a mi.
¿Y en que otras creo? Creo en mis amigos, en mis padres, en las sonrisas, en los besos, en que una taza de te y una tableta de chocolate pueden arreglar muchas cosas o al menos darle otra perspectiva al problema. Pero sobretodo creo en mi. Y bueno siendo sinceros aun creo en el amor.

miércoles, 17 de agosto de 2011

A cup of hot chocolate

Una cocina, muchas historias, gratas anécdotas, carcajadas baratas, tres mojitos y para finalizar tres tazas de chocolate caliente. El principio de una amistad.
Estamos sentados alrededor de la mesa, “Dellito” está en medio, vuela de mano en mano, cada uno pone un vídeo  una canción, cualquier tontería que haga mejor este momento, aunque sería difícil que fuese mejor, me sobra con vosotros.
Yo quería irme a dormir y me habéis estafado con el mal truco de dejar que os lea lo que escribo, maldito ego.  Alex pide que pique mas hielo,  no puedo resistirme sin hielo no hay mojito y le salen realmente bien.  Le miro y sonrió, no puedo evitarlo con sus pintas de químico chiflado,  esas greñas y esos ojos rojos que indican que es tarde y que Londres nos ha dado otra paliza hoy.
He vuelto a picar, he mirado donde él decía y por consiguiente me han regalado una colleja, otra más y ya llevo seis millones, el día que te las devuelva te reviento Dani, juro que lo hare.  Me quejo, ya no sé si porque me has hecho daño de verdad o porque me hace gracia que me llames falsa, todo puede ser. 
Los mojitos se acaban, pero no las ganas de estar con vosotros, Dani se emperra en que no puede faltar la ya “mítica” taza de chocolate, y Alex le sigue el rollo, volvéis a engatusarme, si es que está claro que no puedo resistirme a vosotros.
Os cuento como pienso, como soy, que me gusta y que no lo hace, mi vida en general, aunque no haría falta, cada vez que me miráis se que sabéis en que pienso, a veces es incluso cargante pensar que no tengo intimidad alguna cerca vuestro,  pero también me gusta lo rápido que me habéis calado, y lo rápido que se os puede calar, a uno más que al otro con esa carita que todo lo dice. Y es que me gusta esa sensación de que sobren las palabras estando con vosotros.
-¿Escribirás sobre este momento? Porque me gustaría ver como lo has vivido tu- Comenta Dani
-Juro que lo hare, se lo merece.
 Y entonces el calor del chocolate, el ambiente, el alcohol o quizás el humo de esta cocina con una pésima ventilación, traicionan a Dani que me promete leer lo que escriba. No sé si cumplirás o no tú promesa pero de veras que me halaga que por un segundo lo hayas pensado.
Es tarde, deberíamos irnos a dormir.  Caminamos por el pasillo, llegamos a la puerta y me despedís,  un beso de buenas noches y un “no te duermas mañana Dani”. Alex bosteza, el rojo de sus ojos va en aumento. Dormid bien.



*Dellito: Ordenador Dell Pequeñito (Dell+Ito)
**Mitico: Palabra usada erronaeamente en lugar de tipico

miércoles, 13 de julio de 2011

u

Me siento enfrente tuyo pero no me ves. Tus dos ojos claros me miran divertidos, veo como tu posición arrogante me enervaba, ahora tan solo me inspira dulzura.
Te grito, estoy realmente enfadada. Me voy. Y ahora lo veo, ahora veo tu mueca de dolor, siento no haberla visto antes. Y ahora puedo decir con total seguridad que ese fue el comienzo ¿verdad? Podría recordar mil y un momentos despues, pero carecian de sentido sin ese.
Una calle a oscuras, muchas risas, un secreto, un bar y muchos conciertos. Una guitarra, mil melodias. Una sola idea a primera hora de la mañana: hacerme sonreir, mi idea a primera hora de la mañana hacerte de rabiar. Nadie lo comprende, no me importa, este viaje lo hacemos solos.
Un beso, pero no un beso cualquiera, un beso de despedida. Sobra decir que sin duda esto sera el final. ¿O no?

sábado, 9 de julio de 2011

6am

Cruzo el bar y me acerco a ti,me sonries.
La música esta alta y apenas puedo oír lo que me dices, pero tengo de sobra con lo que hablan tus ojos. Alguien se mete en medio interrumpiendo nuestra conversación, me río, te ries. Tus ojos brillan con esa luz característica de quien es feliz.
Te agachas para hablarme al oído, no se que vas a decirme pero tampoco me importa, mi corazón late al ritmo de la música. Se me eriza la piel con tus susurros.
Salimos del bar, es lo que me has pedido al oído, un lugar mas íntimo.
Yo camino delante y tu detrás, fuera ya del bar, en paralelo. Apenas podría decirse que vamos juntos, pero seria una locura insinuar que estamos juntos. Tampoco lo estamos, por eso caminamos así.
Llegamos a un sitio solitario, te doy la mano, me abrazas, y sin esperar más me besas. Ya has esperado suficiente supongo. Tiro de ti, aun no es lo suficientemente privado. Tus ojos, tus ojos me devoran con una ternura insuperable.
Aquí si, me acerco a ti y te beso. Y nada nos para ya.


Son casi las seis de la mañana y sigo despierta, tumbada en esta cama desconocida junto a ti. Me pesan los párpados, pero no, esto no puede convertirse tan solo en un recuerdo más. Te quiero.

viernes, 8 de julio de 2011

Motivos


-¿Sabes esa sensación de que te va a dar algo de reir, ese dolor punzante en el estomago causado por las carcajadas, a causa de una tonteria insulsa para el mundo ó el peor de los chistes? ¿O esa otra de que ya no te queda ningun motivo para levantarte, de que has tocado fondoo, ese dolor en las mejillas y ese ardor en los ojos de tanto llorar?
¿Has subido alguna vez los escalones de tu casa de tantos en tantos que las piernas no te daban; tan solo por un cruce de miradas?
¿Te has pasado horas en la misma esquina ó en el mismo banco, porque piensas que volvera? ¿Acaso visitas todos los dias el mismo bar, porque una vez se tomo una verveza alli?
Cuentame si te has levantado alguna vez con la duda de ser imbecil, y te has acostado con la certeza de ello.
Dime si sabes las veces que ha sonreido hoy y si temes equivocarte por miedo a su sufrimiento.
-Sin duda debo decirte que si, un millon de veces, apenas me quedan lagrimas de las noches que me he dormido llorando. Me he reido por cosas a las que ni yo les veo la gracia. Ultimamente vivo en una constante agonia, porque nose cuando me he dado el golpe que mató a todas mis neuronas. Ya no me queda un sitio donde lastimarme de las veces que me he caido ultimamente.Ya ni siquiera respiro por miedo a que se quede sin aire. Ah! Y hoy ha sonreido 18 veces.
-Sin duda amigo, esta usted enamorandose, no sabe como le envidio.
-¿Acaso me dices que envidias esta sensacion que me trae mas sufrimiento que felicidad?
-Si, eso digo.
-¿Pero como puede ser?
-Porque al menos tu tienes un motivo para dejar de respirar. Pero dime ¿porque voy a hacerlo yo?

lunes, 4 de julio de 2011

Tirada sobre su cama, miraba el techo mientras jugaba con los dedos de sus pies, era incapaz de dormirse. Hacia calor, pero ni mas ni menos que de normal, y aun así, era incapaz de conciliar el sueño.
Podía escuchar su reloj, y como pasaban los segundos, tic tac tic tac.
Miro los cuadros de las paredes, la ventana.. Ya no sabia que iba a hacer para lograr conciliar el sueño. Tic tac tic tac. A saber cuantas horas llevaría despierta ya. Había repasado todo lo que había hecho en el día, la semana e incluso el mes. Había planeado todo lo que haría en los sucesivos días, que comería al día siguiente...
Oyó de fondo unas campanas, las cuatro ya eran las cuatro y mañana tenia que madrugar. Tic tac tic tac. Probaría a contar ovejas, de niña nunca le había servido pero igual hoy, había suerte.
Nada, ya habia contando por lo menos seis rebaños, incluyendo al pastor y su familia. Tic tac tic tac.
¡Maldita sea, aquel reloj empezaba a estresarla! Tic tac tic tac. Ya marcaba las cinco y veintiún de la mañana. Tic tac tic tac. "Podrás dejar de hacer ruido" chillo. Tic tac tic tac.
Y en un movimiento rapido, se giro, cogio el reloj y lo lanzo contra la pared, que dejo de hacer ruido, tras un grito ahogado al golpearse contra esta.
Y ya solo pudo oir de fondo como aquella canción seguía sonando en el toca discos, era lo único que le quedaba: una canción y muchas noches de insomnio para disfrutarla.

I L U

La música del violín sonaba, y ella contemplo el cristal, cientos de personas deambulaban por la calle.
-Te echaré de menos ¿sabes?
-No me lo pongas mas difícil por favor, me gustaria que esto fuera distinto, pero no puedo.
-No pretendo ponertelo difícil, solo comento que te echare de menos. Y sabes que puedes. El problema esta en si quieres.
-O eres toda para mi, o no pinto nada aqui.
-Te quiero y lo sabes.
-Pero no de la forma en que te quiero yo, de esa en la que duele cuando me despierto solo en mi cama, y cuando pienso en los kilometros que nos separan y en que tu, estarás en la cama de otro. No puedo soportar esa idea, no puedo soportar el compartirte, y ahora seria lo máximo que podrías darme.
-Eso es injusto, yo también duermo sola muchas veces, de hecho hoy por tu culpa dormire sola.
-Por favor, comprendeme, no podría levantarme mañana y tener que aceptar que esto solo ha sido un sueño de una noche. Pero volveré, lo haré cuando pueda aceptar lo que me des sin mas. Cuando, que mis sábanas huelan a ti sea agradable y no una pesadilla, porque tu ya no estés en ellas. Cuando pueda besar a otras mujeres sin extrañar el sonido de tu risa, cuando la vida no acabe al final de tu melena..¿Me esperaras hasta entonces?
-¡Claro, claro que lo haré! Te esperare por siempre.
-¿Y cuanto durara "porsiempre"?
-Digamos que te esperare lo que tarde en enfriarse mi taza de te.
-¡Pero, pero eso es realmente poco!
-No sufras esta muy caliente.

martes, 21 de junio de 2011

San Juan

La escena es simple, una playa en bajamar bajo un cielo de junio realmente estrellado.
Un grupo de amigos se reune junto a una hoguera, la han hecho ellos mismos, dentro de un circulo de piedras de aproximadamente 1m de diámetro.
La temperatura acompaña para estar en tirantes y pantalón corto.
A una distancia prudencial conversa una pareja.
-Al final se ha quedado una noche bastante buena ¿eh?
-Si, la verdad que hay una temperatura exquisita.
-Me encanta la noche de San Juan, tan mágica, tan tierna, tan corta y tan larga al tiempo. Y sobretodo me gusta pasarla contigo ¿Sabes? Por que estoy enamorada de ti. Mira a todos esos niños corriendo junto a las hogueras, jugando con sus petardos, convirtiendose poco a poco en expertos pirotécnicos. Miranos a nosotros aquí, todos juntos alredededor de esta pequeña hoguera, como si hubiésemos nacido por y para esto. ¿Y el mar? Mira cuan tranquilo esta el mar.
-¡Espera! ¡Repite eso que has dicho!
-¿Todo?
-No, obviamente todo no, lo importante.
-Que me encanta la noche de San Juan, tan mágica, tan tierna, tan corta y..
-¡No eso no! Lo otro.
-Que mires, a tu alrededor y disfrutes de...
-¡No eso tampoco, justo en medio!
-Ah, eso... Que estoy enamorada de ti.