lunes, 17 de octubre de 2011

Icecream

Camino por la calle, arrastrando los pies al son de ninguna melodía, mientras comía un helado. Un helado de nata. Un helado de nata blanca.
Y una vez más, allí estaba aquella manía por desmembrarlo todo, que le había llevado a acabar quitándole el color al mundo. Y es que desde que se había encerrado en aquella idea de que todo tenia que tener un porque y se había asomado por aquel maniqueista cristal, no había hecho más que perder cosas. Primero perdió el tiempo intentando explicárselo a los que le rodeaban, luego perdió la paciencia porque no lograban entenderle, después perdió a los que le rodeaban porque había perdido la paciencia, después la perdió a ella, y todo por aquel absurdo argumento de o estas conmigo o estas contra mi. Y eso le trajo mucho dolor, que le hizo perder la cordura. Y cuando perdió la cordura acabo perdiendo también la noción del tiempo, y claro sin noción del tiempo tampoco tenia noción del espacio. ¿Y sin espacio donde iba a poner los colores? Y sin colores, como no iba a ser blanco el helado.

2 comentarios:

  1. Yo solo digo q sin colores el helado no podia ser blanco, sino todo lo contrario

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