viernes, 1 de diciembre de 2017

Senderos

Siempre he creído en el destino, en que las cosas estaban marcadas. También creo que nosotros podemos escoger un poco nuestro destino, pero a muy pequeña escala. Se que habrá mucha gente que no este de acuerdo conmigo, pero lo siento lo veo así, y cada día lo veo de manera mas clara.

Soy una persona de ideas claras, desde siempre, no recuerdo un momento de mi vida sin un plan, sin saber lo que quería o incluso como lo quería. Nunca me he permitido demasiadas distracciones, y cuando me alejo un poco del sendero que yo había marcado en mi mapa de la vida, me enfado conmigo como jamas lo he hecho con nadie. Sin duda se que soy en muchas ocasiones mi peor aliado.

Pero tras luchas, tras mover cada piedra que se presentaba en mi camino un día me di cuenta, que daba igual. No había cambiado nada, solo había caminado y caminado pero seguía sin haber hecho mas que dar vueltas alrededor de mi objetivo. Como si tan solo se tratase de una vieja ciudad amurallada y nadie quisiese abrir la puerta a este loco vagabundo. Sintiéndome tan perdida como cuando me olvido las llaves de mi casa y no se como voy a volver a entrar. Sabiendo solo, que tengo que entrar.

Y entonces recordé lo del destino, que estaba marcado, y no fue una alegría saber que yo no tenia la culpa, fue un completo hachazo darme cuenta de que no podía controlar la situación. No se si os lo he contado alguna vez pero desde niña odio aquello que no puedo controlar... Aun así trate de hacer lo que el universo me pedía, y aprender la lección, intente aceptar que tener un plan no significa que las cosas acaben saliendo como tu quieres, que trabajar y luchar por algo no siempre es un exito seguro. Acepte que debía disfrutar un poco mas de las cosas pequeñas, y no agobiarme tanto por las grandes. Y aun así el universo se emperro en enseñarme mas lecciones. Me enseño que a veces los amigos, están detrás de personas con las que jamas has hablado, a las que jamas has prestado un minuto de atención porque no podías soportar. Y en cambio son ellas las que mas cerca están de cambiarte la vida.

Supongo, que yo planifique el camino, que yo decidi el destino, pero lo que nunca pense es que seria el destino quien decidiera cuanto duraria el paseo, por donde debia ir, si habria montañas, rios, o pajaros que me despertasen con su canto, tambien fue el maldito destino quien dedicidio quien me acompañaria en este sendero. Y yo creyendo que esto si que lo podia controlar. Bendita inocencia... Pero aqui sigo señores,  no me he rendido y un dia alguien me abrira la puerta del castillo, porque si algo tengo claro es que voy a convencer al destino de que debe ser asi.