lunes, 24 de octubre de 2011

Era se una vez.....(I)


En un reino lo suficientemente lejano, como para que nadie crea que esta historia me sucedió a mí, vivía una dulce princesa. Aquella princesa, vivía fielmente enamorada de un caballero del ejército del reino. Estaba enamorada de la fiereza con la que se enfrentaba a cualquier abominable bestia, que osase acercarse al reino de nuestra princesa. Además el caballero siempre estaba allí donde ella la necesitase, para rescatarla de cualquier apuro, había estado allí cuando el dragón la había intentado secuestrar; Y después lo hizo cuando en una noche de tormenta, el viento se llevo el tejado de palacio, esa noche estuvo allí dándole calor, al tiempo que la  protegía de la lluvia, y también estuvo a la mañana siguiente cuando hubo que reconstruirlo.
También, debemos añadir, que aparte de encantador, el caballero era muy guapo. Por eso no era de extrañar que las damas de la corte, se peleasen por pasar un rato junto a él. Pero pese a tener a toda la corte revolucionada, nuestro hermoso caballero siempre encontraba un rato, para sentarse en el jardín a la sombra de algún árbol a charlar con la princesa, porque a fin de cuentas él también la quería.
Nuestra princesa sabia, que ella era la heredera de la corona, y que debía hacer lo mejor por su pueblo, y ello conllevaba encontrar un rey, que estuviese a la altura de lo que los ciudadanos necesitaban. Así que aprovechando una fiesta de palacio para dar la bienvenida al verano, y donde ambos se encontraban, decidió declarle su amor. Y es que nuestra princesa, pese a ser una princesa de cuento, era muy moderna y abierta. Así que al final de la noche, mientras todo el reino disfrutaba del principio de la estación calurosa, ella se alejo paseando con él, por los jardines de palacio, hablaron y hablaron, como habían hecho todo el día, como habían hecho siempre, y entonces cuando la princesa tenía ya las palabras de amor en la boca, se dio cuenta de que no podía perder al caballero, y decirle en ese instante lo mucho que le quería no valdría para nada, pues él se iba a la mañana siguiente, a la lucha contra un ogro salvaje, que había aparecido en la linde del bosque que estaba tras las murallas del reino. Y ella, ella debía irse como cada año al palacio de verano, y no volvería a verle hasta que ambos regresasen. Y además, y sobre todo, el hermoso y fiel caballero se había convertido en su amigo, quizás en su más fiel amigo. Por ello tan solo le abrazo y deseo suerte en su lucha, y regreso así a su alcoba a preparar las maletas para su viaje al palacio de verano, pero eso es otra historia y ya no procede que os la cuente hoy.

domingo, 23 de octubre de 2011

Conversaciones

-Ayer tuve un sueño horrible ¿sabes? Y todo, por tener esas conversaciones trascendentales a altas horas de la madrugada.
-¿Qué soñaste?
-Soñé con que fuera de esta bolsa, y de esa supuesta caja donde esta la bolsa, había algo mas.
-¡Dios mio! Eres el fruto seco mas paranoico que he visto jamás.
-Pero es que eso, no es todo.
-Sorprendeme....
-Además de soñar con las leyes físicas que definen este universo, he soñado que fuera de el, había unos seres horribles, que se consideraban por encima del bien y el mal, como si de Dioses se tratase, decidiendo cuan tostados íbamos a estar o cuando debíamos morir. En muestra de su despotismo nos torturaban de formas horribles, para acabar devorandonos.

-Madre mia, no te vas a creer lo que he soñado. He soñado con un cacahuete que conversaba sobre el más allá, la materia oscura, la expansión del universo, etc con una pipa.

sábado, 22 de octubre de 2011

Remember

Abrió el armario, y de la balda mas alta, sacó una caja de metal. La abrió. Estaba llena de recortes, fotos viejas, tickets... Metió en ella un sobre, era una carta, una carta para si misma. O para lo que quedase de ella, después de que se bebiera aquella ampolla de color rosado.
Para que entiendas lo que era la ampolla rosa, o el porque de ella debo dar un poco marcha atras.
Echo llevaba un año entero sufriendo, día tras día y noche tras noche los fantasmas de sus recuerdos la acosaban sin cesar. No todos eran malos recuerdos, pero eso era lo peor, que los buenos, dejaban severas heridas donde luego reposaban el resto.
Por ello Echo no podía más y había encontrado la solución a sus problemas, en un nuevo fármaco, que producía amnesia permanente. Tras muchas investigaciones sobre este, se decidió a probarlo, pero habia un efecto secundario que no agradaba a Echo, perdida de la personalidad a largo plazo. Echo sabia, que somos lo que somos, en gran medida por los recuerdos, por ello no estaba dispuesta a deshacerse del todo de ellos. Así que paso un largo tiempo guardando recuerdos, escribió un montón de libretas con todo lo que le venia por la cabeza, junto fotos, etiquetas, recortes de periódicos y revistas... Todo lo que podía representarla y lo metió en una caja de metal del tamaño de una caja de zapatos, una caja de zapatos de un 38 para concretar mas.
Aviso a familia y amigos que cuando diese el paso seria incapaz de recordarlos.
Y por ultimo lleno el espejo de notas, y la pared de post-it con cosas que no debía olvidar. Su nombre, su edad, su dirección, todo sobre sus padres, donde trabajaba, como hacer una buena tarta de chocolate, cuantas pechugas habia en el congelador... Y después de esto rompió la ampolla. Guardo la caja. Y bebio...

Nada, no recordaba nada. O eso fingiria al menos. A fin de cuentas nadie sabia que la ampolla que ella había tomado solo tenia agua y sal, podía fingir ser quien quisiera y dejar que el resto hiciese lo mismo

lunes, 17 de octubre de 2011

Icecream

Camino por la calle, arrastrando los pies al son de ninguna melodía, mientras comía un helado. Un helado de nata. Un helado de nata blanca.
Y una vez más, allí estaba aquella manía por desmembrarlo todo, que le había llevado a acabar quitándole el color al mundo. Y es que desde que se había encerrado en aquella idea de que todo tenia que tener un porque y se había asomado por aquel maniqueista cristal, no había hecho más que perder cosas. Primero perdió el tiempo intentando explicárselo a los que le rodeaban, luego perdió la paciencia porque no lograban entenderle, después perdió a los que le rodeaban porque había perdido la paciencia, después la perdió a ella, y todo por aquel absurdo argumento de o estas conmigo o estas contra mi. Y eso le trajo mucho dolor, que le hizo perder la cordura. Y cuando perdió la cordura acabo perdiendo también la noción del tiempo, y claro sin noción del tiempo tampoco tenia noción del espacio. ¿Y sin espacio donde iba a poner los colores? Y sin colores, como no iba a ser blanco el helado.

jueves, 13 de octubre de 2011

Pinchos Pinchudos

-¿Esta bien?
-No
-Vaya....

No hay respuestas educadas en lo que a ti corresponde, solo hay respuestas sinceras y mentiras. Y tu jamás mientes.
A veces esto solo me lleva a la conclusión de que eres un tanto capullo, otras esta bien hablas sin tabús, sin expresiones mas correctas políticamente hablando, sin términos que suavicen el dolor.

Pero tu eres especial en todo lo que te incumbe, en tu forma de hablar, en tu manera de entregarte a los demás: incondicionalmente y a la vez siempre tan distante.

Tú con tus miedos y paranoias, siempre tratando de evitar lo que en realidad eres. Siempre huyendo de la soledad al precio que sea. Tú siempre tan escondido detrás de esa coraza de pinchos, pero pinchos pinchudos por supuesto.

viernes, 7 de octubre de 2011

Cerezos

Volvió a mirar tras el cristal, aun continuaba lloviendo, llevaba así las ultimas cinco horas. Estaba harto, aburrido no sabia que iba a hacer ya. Pensó en que quizás debía haberse ido de viaje, lejos de aquel lugar, debía haber ido a un lugar donde los cerezos hubiesen florecido ya o cualquier lado. Tan solo necesitaba una pequeña maleta y dejar que los trenes le llevasen donde quisiera.
En el piso de al lado sonaba el teléfono, pero no había nadie en casa para contestarlo. Siguió contemplando su reflejo en el cristal y como ahora ya ton solo era eso, su reflejo, solo el de él, ya no estaba ella para acompañarle en su sufrimiento en su caminar por la vida. Pensó como seria todo si se muriese en aquel instante. Aquellos pensamientos le produjeron miedo, y decidió volver a concentrarse en lo que veía por el cristal, tan solo unos niños que corrían y saltaban bajo la lluvia.
De golpe se imagino a si mismo prendiéndole fuego a la casa, acabando con todo, como si ya todo careciese de sentido. Y volvió a asustarse de si mismo, era incapaz de entender porque aquellos pensamientos le acosaban. Bueno realmente se daba una explicación, ya todo carecía de sentido, pues de que le servia vivir fiel a su corazón, si el suyo propio estaba lleno de heridas, cicatrices y dolor. Se llevo la mano a este y noto como latía desbocadamente, no sabia si por el dolor del recuerdo o por los pensamientos suicidas que le llevaban acosando toda la tarde. 
Volvió a centrarse en lo que veía en la calle, unas abejas bailaban alrededor de un grupo de flores. Cuanto hacia que el no salia a bailar o divertirse, ni tampoco iba a tomar un café y disfrutar de esas insulsas charlas que lo acompañan siempre. Deseo tener alas para poder huir de aquel lugar, para poder aparecer lo mas lejos posible. Pero entonces se dio cuenta de que tampoco tenia otro lugar al que ir, que estaba encadenado detrás de aquella puerta, de que fuese lo lejos que fuese solo serviría para tener que dar la vuelta hasta lo que obligadamente llamaba hogar, sacar la llave y volver a enclaustrarse de nuevo.Y es que a fin de cuentas sus fantasmas estaban allí. 

miércoles, 5 de octubre de 2011

4u


Empezar no siempre resulta fácil, para ser sinceros es la opción más difícil que puedes tomar cuando estas tirado en el suelo de nuevo.

Pero a veces está bien, resulta interesante apoyar una mano y luego la otra y con un ligero esfuerzo arriba otra vez. ¿Cuántas veces me habré caído ya? Quién sabe, demasiadas para contarlas.

Siempre es la misma historia, una mirada, una sonrisa, un hola, una carcajada, y luego otra y otra y otra y de golpe, de golpe hemos llegado a la mitad del cuento con un beso, una caricia, un mal dia, una lagrima, y otra y otra y otra. Y entonces hoy me juro que se ha acabado, salgo de mi cama, me seco las lagrimas, y me visto, toca empezar de cero.

Vida nueva, amigos nuevos, casa nueva. Todo es perfecto. Olvidaba lo bien que se está cuando se está bien.
”Perdona ¿tienes hora?” “Las 12:15, buena hora para empezar de nuevo ¿no?"

Hace tiempo dije, que empezar no era fácil, y no he cambiado de idea aun. Pero quizás mas difícil que empezar, es no tirar la toalla y crecer día a día, año a año. 

Durante todo este tiempo conoceremos todo tipo de lugares y personas. Algunos estarán mejor que otras, habrá quien entre y salga de tu vida sin dejar ni huella, y quien por el contrario te marque eternamente.Crecer consiste en tomar decisiones, renunciar a cosas y aceptar otras; en saber estar cuando se necesita; en buscar tu lugar en el mundo. Es cierto que aveces la busqueda sera dificil e incluso confusa. En miles de ocasiones creeremos haber encontrado el lugar, para descubrir a la mañana siguiente que tan solo fue una ilusión. 


Crecer también implica aceptar el riesgo que ella conlleva, y sobretodo que no hay un truco, que sin errores no se aprende. Y lo afirmo yo, que he cometido cientos de miles a lo largo de mi vida, y sin ir mas lejos a lo largo del ultimo año. Pero aveces lo bueno de cometer errores es descubrir que no estamos solos, que siempre hay alguien ahí dispuesto a tendernos una mano que nos saque del pozo. No se cuanto tiempo más tendré el placer de seguir creciendo a tu lado, pero doy gracias por haberlo echo durante el ultimo año, doy gracias porque hayas seguido este lugar desde que nació. Y por ello hoy, que recordamos que hayas nacido tu, quería que el también estuviese junto a ti. 


Solo deseo que encuentres el lugar que buscas, que sigas creciendo con la misma pasión que lo haces día a día, que sigas comentiendo errores y que siempre tengas a alguien junto a ti, cuando lo hagas. Y se que lo harás, alguien con su mano siempre dispuesta, como la tienes tu, encontrara cientos de ellas cuando las necesite, empezando por la mía, por supuesto. Y es que no se cuanto tiempo duraras por aquí, pero si, que ya has dejado tu huella. 


"Perdona ¿tienes hora? 00:15, una buena hora para felicitarte el cumpleaños ¿no?"



martes, 4 de octubre de 2011

50 peniques por una sonrisa

Dicen que hay un momento y un lugar para todo en esta vida. Pero que ocurriría si el momento y el lugar, fuesen los mas inoportunos.Supongamos que el momento sea una pausa, un pequeño punto y seguido antes de escribir el siguiente renglón, un momentos de esos que te tomas por y para ti. Y el lugar, el lugar lo mas lejos de casa que puedas sospechar, un sitio donde tan solo seas un completo desconocido...

Te despiertas una mañana, con el sabor de un precioso atardecer, y el de un abrazo madrugador; pero ya tan solo se tratan de un recuerdo, tan intocables como lo inexistente, tan dolorosos como todo lo real. Toca caminar hacia delante, reconstruir este puzzle, imaginar que nada ha pasado y seguir hacia delante sin mirar atrás. Cientos de nuevas experiencias se encuentran al alcance de la mano, pero para ellos antes debes soltar del todo las viejas. Miedo, valentía, alegría, esperanza, añoranza. Tormentas de sentimientos entremezclados azotan la cubierta de tu alma, mientras tan solo caminas hacia delante. Pero entonces te detienes, alguien se ha metido en tu camino, ¿y ahora? ¿ahora como hacemos? ¿quién camina delante de quien ahora? ¿Y si seguimos juntos hasta que lo decidamos? Y así haceis, no os conocéis, ni pensáis hacerlo.

Pero el camino se alarga, se curva, se complica, y os ayudáis. Y resulta, que de este modo, el camino se hace más cómodo, más confortable, más bonito. Y de golpe ya no sabríais continuar el camino el uno sin el otro, y ya no sois dos desconocidos, y camináis sin mirar hacia atrás, pero tampoco hacia delante, tan solo el uno al otro, porque lo bueno del camino se encuentra ahora a vuestro lado. Pero porque no, comentáis que había atrás, como ha sido el resto del camino que habéis echo solos, o a quien habéis dejado atrás,  o a quien ibais a buscar al final de este, pero todo es diferente ahora. Y no os apetece hacer el camino con tanta prisa ya, así que os sentáis y coméis bajo los rayos del sol una enorme cesta de fresas, mientras sonreís.

Sonreid, seguid sonriendo y disfrutar cada fresa y cada segundo, pero por encima de todo no olvidéis que esto tan solo es una parada en el camino, pues más tarde deberéis continuar.