viernes, 13 de mayo de 2016

Steady as she goes

"La música sonaba mientras le vio irse por el anden. "

Hay despedidas que por raro que resulte son más dulces que los reencuentros. Y contigo siempre son de esas. Supongo que porque se que nos volveremos a ver. De no ser así sería uno de los momentos más agrios que pueda imaginar. No podría ser menos  despidiendome, sin duda alguna, de unos de lo mejores amigos que jamás encontraré.

Espero que este trozo de camino que vamos a hacer separados, te depare tanto como mereces y te lleve a sitos fascinantes con gente a tu altura. Siempre vale más que estén a tu altura que a la mía.

No se cuando volverán a cruzarse nuestros caminos, y sinceramente y con el corazón en la mano te digo que espero que tarden mucho, pues serán buenas noticias para ambos. Aún así afirmó sin dudar que estaré aquí a tu regreso o al mio quien sabe, porque no perdería por nada del mundo la oportunidad de abrazarte amigo mio.

"Y el siguió caminando por el anden sin detenerse, porque no había nada que pudiera detenerle en este mundo"

Buena proa compañero.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Foggy

A veces, intentando huir de nuestros miedos, de nuestros fantasmas. Nos encerramos en zonas de nuestra mente que pueden dar mucho más miedo.  Zonas de las que ni siquiera uno mismo es capaz de salir y curiosamente zonas en las que si dejáramos entrar a los demás, salir seria mucho más sencillo.

Yo no soy para nada diferente al resto y en ocasiones también me he metido en esos lugares. Sitios donde no he dejado entrar a nadie, por miedo a que me vieran como yo me veo a mi misma en los espejos que allí tengo. Tan débil,  tan triste.

Del lugar del que hablo es un sitio parecido a Londres, lleno de nubes y niebla, pero sin el London Eye o los paseos en barca por el Thames. Es un lugar donde no suele salir el sol, las noches se hacen eternas y lo único que te apetece es meterte en la cama a dormir.

Es un sitio donde en muchas ocasiones te duermes sin recordar cuando pero despiertas con la almohada aun mojada y no eres capaz de olvidar como te dormiste.

Quizás en lo que si he sido distinta a muchos y ojalá no fuera así,  por ellos no por mi, es en haber sido capaz de salir. He encontrado el camino para retomar el control. Vuelto a la senda iluminada y aquí me encuentro ahora en un hermoso prado en un lugar llamado Scarborough, donde veo las gaviotas y el mar. Desde donde aún veo alguna nube, que me recuerda que Londres no está lejos; pero que yo he llegado al menos caminando por mi pie a la otra punta del país.