lunes, 28 de noviembre de 2011

xmas sucks

Laura caminaba junto a él, o quizás con él, no se. La cosa es que sus pensamientos estaban muy lejos de allí, a cientos de kilómetros, haciéndole daño como siempre. Él conseguía que se sintiera mejor, pero se acercaba la Navidad y siempre había odiado esa época, la ponía de mal humor y conseguía que su aura fuese más negra aun que el resto del tiempo, y aquella Navidad no iba a ser diferente, por mucho que el merodease por allí, la Navidad apestaba y nadie iba a convencerla de lo contrario.
Era una época de hipocresía, de materialismo, de falsa moralidad... Era la época en la que todas las empresas, clases, grupos y asociaciones se reunían para salir a cenar o comer; aunque el resto del año se tirasen los platos a la cabeza.Familias enteras se reunían aunque el resto del año ni se acordasen de sus parentescos. Todo el mundo estaba obligado a quererse en Navidad, y por supuesto debe demostrarlo con preciosas postales, y carísimos regalos, aunque el 10 de enero no quede para comer el resto del mes. Por supuesto otra obligación en Navidad es ser feliz, y demostrarlo llenando tu casa de luces, un arbolito y cantar villancicos al son de una zambomba. Todo el mundo se promete cosas en Navidad, desde dejar de fumar hasta ir al gimnasio pasando por verse más, pero estas promesas desaparecen el dia ocho en la misma caja que las bolas del árbol.
-¿En que piensas princesa? ¿Ocurre algo? Sabes que estoy aqui y que te quier(..)
-No, no lo digas ahora. No me digas te quiero en Navidad, no quiero que se te haya olvidado para la mañana de reyes.


-Tengo que contarte algo, quizás esta no sea la mejor forma ni el mejor lugar pero estoy con S.
Se que en mil ocasiones he dicho que no me gusta e incluso se lo he dicho a El, tambien se que he alegado en mi defensa estar enamorada de otro y ahora eso puede usarse en mi contra, pero nada tengo que decir sobre eso, las explicaciones pertinentes sobre mi nueva decisión ya se las he dado a mi corazón y bastante me ha costado convencerle de las ventajas que esta nueva situación nos aportan a ambos, como para tener también que convecerte a ti ahora.

Seré completa y cruelmente sincera, quiero a S, pero por desgracia le quiero de cabeza, no digo que con el tiempo mi corazón no acepte la decisión y le quiera el también, pero por ahora solo se trata de una inversión de futuro. Se que todo esto dicho asi suena horrible. Pero no me malinterpretes, repito que le quiero, y me mataria hacerle el menor rasguño, pero uno no pasa de levantarse con la seguridad de haber encontrado a su media naranja a decidir que se equivoco. S es lo que siempre he querido o mejor dicho lo que siempre he necesitado y supongo que este es el momento justo para aceptarlo.
Además añadiré que a mi corazón no le desagrada del todo, así que tampoco es una completa locura ¿sabes? De hecho me encanta esa sensación que me garantiza que todo ira bien cuando estoy junto a el.
Por ello y por muchos mas motivos, que ya he sopesado en una larga lista de pros y contras, esta vez voy a meterme en una relacion como lo hago cuando tomo el resto de decisiones, con cabeza no con un maldito órgano que solo sabe latir mas rápido para decir que estamos dispuestos a sufrir, estoy con S. Siento las formas de contartelo pero de otra te hubieses reido de mi.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cold

Aun tengo sueño, hace poco que me he despertado y tu ya estas en el marco de la puerta fumando, como siempre, mientras me esperas. Sonrío y me acerco, la moto esta parada junto a ti, por eso sonrió. Me pasas el casco y me subo, no venia preparada para ir en moto así que me tocara mojarme, quieres dejarme tu mono, pero no quiero no lo necesito, os tengo a ti, tu moto, y el humo de tu cigarro que aun se ha quedado varado entre ambos, no me importa mojarme.
La lluvia y el aire me golpean en la cara, pero eso ayuda a despertar. Me sujeto firmemente a ti, y entonces me doy cuenta de que no tengo ni idea de a donde vamos, y me da igual, solo deseo que este muy lejos, y que este momento no acabe nunca jamas. 
Se que nos queda poco tiempo, es una lastima haberte conocido en el momento justo en que nuestros caminos se bifurcan y que tan solo nos queden estos pequeños momentos. Por ello intento grabar las imagenes fuertemente, tu fumando, tu moto, nosotros juntos, tu sonrisa, todo. Vaya has frenado, pero aqui no hay nada. Me bajo, te quitas el casco, yo hago lo mismo, no entiendo nada, y entonces me besas. No se a que venido ni porque, ni te conozco ni me queda tiempo para ello. Pero te beso. Te pones el casco de nuevo, así que vuelvo a subirme a la moto y te abrazo fuerte, apoyo mi cabeza en tu espalda y aspiro con fuerza tu olor, me encanta, me encantas. Aunque dure lo que el humo de tu cigarro, me encanta. Sonrio

martes, 15 de noviembre de 2011

Maldito guason

Odio lo rápido que pasa el tiempo, sin dejarnos disfrutar al máximo cada segundo llevándoselos como si tan solo a él le perteneciesen. Dejando para mi tan solo una enorme y tediosa sensación de vacío y añoranza. Una horrible sensación que me hace creer que Hollywood se arruinara en los próximos meses, porque desde que tú no me acompañas no he encontrado una película que valga la pena.
Aunque poco a poco estoy aprendiendo a valorar más y más los pequeños detalles, cada día aprecio más aquellos que ya no tengo. Echo de menos tumbarme en mi sofá contigo, y echo de menos salir a la terraza para llamarte porque no quiero que nadie escuche lo que te digo, y echo de menos ver por tus ojos y pensar que todo es una magnifica fotografía, que ya jamás captaremos. Extraño que salgamos por ahí, porque antes siempre éramos dos, siempre en una perfecta armonía.
Me encantaría poder ver una vez más como te desesperas conmigo, por ir un paso por detrás del mundo. Echo de menos besarte sin importarme si llueve, si graniza o sin son las mil. Echo de menos tus labios, y tus mejillas no siempre perfectamente afeitadas.
Incluso en los últimos momentos, he llegado al extremo de recordar con calidez cuando discutíamos porque lo hacíamos juntos, y porque los segundos en los que no discutíamos me recordaban porque valía la pena luchar por esto.
Pero para más burla contra mi persona ese guasón vestido de reloj, que me ha robado cada segundo a tu lado, se decide hoy a sentarse con tranquilidad a mi lado en tu sofá, o a venir conmigo al cine, incluso a besarme de vez en cuando, y por eso él, encargado de curar todas mis heridas ha decido alimentarlas con sal.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Armonia

Me encanta la perfección con que la naturaleza hacen que encajen las cosas, las gotas de agua dando lugar a las nubes, o los copos de nieve dando lugar a ese precioso manto blanco, cada una de las hierbecitas que componen el campo, o cada una de las hojas que da lugar a un árbol y cada uno de los arboles que da lugar a un bosque. Como encaja el aliento en el cristal y los corazones en este. Como las letras encajan una detrás de otra, dando lugar a las palabras que se juntas en formaciones tan preciosas como un te quiero.
Me encanta como pueden encajar dos personas, como sin esfuerzo encajan a las perfección dos manos distintas en un apretón, o dos cuerpos pueden fusionarse en uno solo en un abrazo, y como un beso puede hacer que dos bocas distintas no sepan dónde empieza la una y donde acaba la otra, como incluso y sin tocarse dos miradas pueden fusionarse y llegar ahogarse en la pupilas del otro. Como a veces dos mentes pueden conexionarse hasta el punto de no necesitar de las palabras para saber en qué piensa el otro.
Por todo ello me encanta como la naturaleza jamás deja un cabo suelto, atándolo con suma delicadeza y perfección siempre a otro, o bueno casi siempre, porque en nuestro caso no fue así, pese a que nuestros abrazos encajaban a la perfección, a que cuando te beso puedo saber hasta el primero de tus pensamientos al despertar, a que encajas absolutamente bien en mi cama ajustándote a cada uno de mis movimientos como si por invisibles hilos estuviésemos unidos, a que me encanta como solo tengo que mirar para la otra acera para que tu cruces, a que siempre esperas a que yo hable pero tu ya estas pensando lo mismo, a que tus bromas y mi risa encajan a la perfeccion, para nosotros no ha habido jamás un momento en el que nos enlacemos con suma y delicada perfeccion, porque en nosotros jamás ha existido la armonía y jamás existirá. Pero pese a ello me sigue enamorando como las gotas forman las nubes, como los copos de nieve tejen una manta que lo cubre todo en el invierno, o como cada hierbecilla se una a la de su lado formando el verde campo, o como,,,

viernes, 11 de noviembre de 2011

jealousy

Reconozco que era ese tipo de personas a las que jamás podré admirar, pero aun así jugaba en una liga superior.
Tenia y siempre había tenido todo en la palma de su mano, era guapa, aunque yo no estaba demasiado de acuerdo, pero tampoco lo discutía, tenia una carrera y fama. Pero sobretodo y quizás lo que más me corroía era que lo tenia a Él, bueno en teoría ahora solo eran amigos, pero no hacia falta ser doctor en psicología, para ver que aun quedaban restos de una antigua aventura. No me importaba el hecho de que estuvieran juntos o de que lo hubiesen estado, me enervaba la idea de que jamás podría luchar contra ella.
Sobra decir que no me caía bien, pero no se debía a nada demasiado personal contra ella, era más bien que por regla general el tipo de personas a las que ella pertenecía no me caían bien, y no estaba dispuesta a dejar que ella fuese la excepción. Además resulto ser algo común. Pues pese a estar ella a siglos luz por encima mio, odiaba que me hubiese metido en su terreno. Odiaba el hecho de que respirase su mismo aire y no podía ni imaginarse la idea que algún día besase los mismos labios que tantas veces había besado ella. Yo poco podía imaginarme ese hecho pues ya digo que siempre estuve convencida de que ni siquiera podría participar en un tu a tu contra ella, pero resulto que yo tenía algo que ella jamás podría ofrecer, tenia aquel algo que le enamoro.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Era se una vez...(II)



A la mañana siguiente, cuando la dulce princesa abrió sus ojos, nuestro hermoso caballero ya había partido en busca de aventuras y de aquel horrible ogro que atormentaba al reino. Ella suspiro y rezo porque volviesen a verse pronto. Y se vistió, pues a ella también le esperaba una larga jornada de camino al Palacio de Verano. Tras vestirse y acabar de recoger todo su equipaje, que no era poco puesto que ella era una bella princesa y debía serlo siempre, mando a su ayudante de cámara a avisar al cochero para que lo preparase todo, para partir lo más pronto posible, pues no quería llegar de noche. 

Y así fue, la princesa y parte de la corte marcharon rumbo al Palacio de Verano. Este palacio, se encontraba al final del reino, justo en la frontera que limitaba con el reino vecino. A la princesa siempre le había encantado pasar sus veranos allí, aunque este iba a echar de menos a su apuesto caballero. Tras un largo viaje, llegaron casi para la hora de la cena, asique la princesa subió a sus aposentos a dejar todo el equipaje para luego bajar a cenar algo. Subió y lo coloco todo, al tiempo que se aseguraba de que todo estuviera en orden. Cuando ya casi había acabado, irrumpió en su habitación su primo, venia llorando cual magdalena porque nada estaba bien allí, le habían cambiado la cama, y los tapices, y la moqueta, todo era diferente y a él no le gustaba. La dulce princesa se las arreglo para convencer al pequeño infante de que así estaba mucho mejor, y para que se le acabase de pasar el disgusto, bajaron al comedor a disfrutar de los suculentos manjares que les aguardaban. Tras cenar y haber consolado al joven infante, la princesa se fue a su habitación, pues estaba realmente cansada de todo el día.

A la mañana siguiente, cuando la dulce princesa se despertó, el sol lucia con alegría y calor, así que bajo a desayunar a los jardines de palacio. Se sentó en una pequeña mesa redonda de nácar, junto a unas hermosas orquídeas. A la princesa le encantaba la sensación del sol acariciando su cara, y aquella tranquilidad que le transmitía aquel lugar. Podía oír el canto de los pájaros, y observar el revoloteo de las mariposas. Y justo cuando todo aquel idílico paisaje se había apoderado de ella, apareció alguien. La dulce princesa se asustó mucho pues no sabía que hacia un desconocido en su palacio, así que chillo de terror. Entonces, el joven invasor le dijo que se tranquilizara, que él no era ningún invasor, era el príncipe hijo del dueño del Palacio de Verano. Y no es que el padre de la princesa tuviera un hijo secreto o algo así, era mucho más sencillo. Desde que la crisis había llegado, muchos habían sido los reyes que se habían visto obligados a vender sus posesiones para poder alimentar a su pueblo, y el padre de nuestra princesa no se había salvado de aquella, y habíase visto obligado a venderle la mitad del Palacio de Verano al rey de un reino lejano que había sido menos afectado por la crisis. Lo que nos lleva a que, nuestro joven invasor, no era más que el hijo del rey que había pagado las deudas del padre de la dulce princesa. 
El joven invasor, al que desde ahora llamaremos por su título: príncipe, trasmitía confianza y serenidad, así como un horrible sentimiento de aburrimiento, por ello no le importo a nuestra dulce princesa que se sentase con ella a desayunar. Y así fue como paso aquel lugar de ser solo suyo a compartirlo con él, y aquello nada tenía que ver con las deudas del reino. 

El príncipe venia de un reino bastante lejano, donde todo era bastante diferente a como eran las cosas en el de nuestra linda princesa. Así que charlaron y charlaron, mientras tanto la princesa no pensó ni por un solo segundo en el hermoso caballero, que mientras tanto luchaba contra ogros, trolls, e incluso algún zombie que se había confundido de cuento.