martes, 15 de noviembre de 2011

Maldito guason

Odio lo rápido que pasa el tiempo, sin dejarnos disfrutar al máximo cada segundo llevándoselos como si tan solo a él le perteneciesen. Dejando para mi tan solo una enorme y tediosa sensación de vacío y añoranza. Una horrible sensación que me hace creer que Hollywood se arruinara en los próximos meses, porque desde que tú no me acompañas no he encontrado una película que valga la pena.
Aunque poco a poco estoy aprendiendo a valorar más y más los pequeños detalles, cada día aprecio más aquellos que ya no tengo. Echo de menos tumbarme en mi sofá contigo, y echo de menos salir a la terraza para llamarte porque no quiero que nadie escuche lo que te digo, y echo de menos ver por tus ojos y pensar que todo es una magnifica fotografía, que ya jamás captaremos. Extraño que salgamos por ahí, porque antes siempre éramos dos, siempre en una perfecta armonía.
Me encantaría poder ver una vez más como te desesperas conmigo, por ir un paso por detrás del mundo. Echo de menos besarte sin importarme si llueve, si graniza o sin son las mil. Echo de menos tus labios, y tus mejillas no siempre perfectamente afeitadas.
Incluso en los últimos momentos, he llegado al extremo de recordar con calidez cuando discutíamos porque lo hacíamos juntos, y porque los segundos en los que no discutíamos me recordaban porque valía la pena luchar por esto.
Pero para más burla contra mi persona ese guasón vestido de reloj, que me ha robado cada segundo a tu lado, se decide hoy a sentarse con tranquilidad a mi lado en tu sofá, o a venir conmigo al cine, incluso a besarme de vez en cuando, y por eso él, encargado de curar todas mis heridas ha decido alimentarlas con sal.

2 comentarios: