domingo, 18 de septiembre de 2011

L

-¿Que ocurre L? ¿Cual es el problema?
-Yo, yo soy el problema. Una vez más mis conflictos internos me obligan a saltar por la borda antes de que hayamos tocado puerto.
-¿Creía que por fin estábamos bien?
-Fachada todo una fachada. O quizás no, quizás las cosas estén bien por primera vez y no sea capaz de acostumbrarme a la sensación. Quien sabe. ¿Acaso lo sabes tú? Porque yo lo único que se es que tengo ganas de quejarme.
-Lo siento L soy incapaz de comprender que esta mal.
-No lo se, solo se que las cosas no han parado de girar y no quiero decir que estén mal, simplemente están distintas y no se si me gusta el cambio. De hecho es como si hubiésemos gastado demasiada energía en un trabajo mínimo. Apenas nos hemos movido pero no hemos dejado de caminar ni un solo instante, como si solo hiciéramos unos horribles círculos que vuelven a dejarme donde empecé, pero después de haber visto otras opciones. Y es como si debiese obligarme a cerrar los ojos y fingir que todo es igual, aunque ya nada lo sea.

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