sábado, 8 de enero de 2011

Promesas

Promesas, palabras vacías, palabras que en su momento lo significan  todo y acaban siendo nada. Que sencillo nos resulta prometer, es tan barato, tan fácil de no cumplir.
Prometemos llamar, quedar, comer mejor, gastar menos, incluso estar ahí por siempre. Que curioso el concepto de por siempre, alberga tanto tiempo en su interior, y a la vez suele acabar tan rápido.
Supongo que pensamos que prometer no hace daño, es cierto el daño lo hace no cumplir las promesas. Aun recuerdo aquellos ojos intensos a los que prometí que jamas vería llorar, aquella sonrisa cálida a la que jure que siempre estaría allí. Estúpidas promesas, siento haberlas roto las dos con una  simple palabra, "adios".
Prometo no volver a prometer.

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