sábado, 16 de abril de 2011

travelling

Cuando se subieron al autobús apenas quedaban plazas ya, y ellos eran un grupo demasiado numeroso, así que se vieron obligados a ir repartiéndose ocupando los pocos huecos que aun quedaban, por supuesto ninguno pareado. Esto obligo a Carlos a sentarse lejos de María, saltaba a la vista que le molestaba, sobretodo por sus bramidos, bufidos y quejas en general. Le gustaba y por ello le apetecía hacer el viaje con ella. Pero ella había entrado mas tarde y no solo no había podido sentarse con el sino que no había encontrado asiento alguno, lo que la había obligado a esperar el siguiente autobús. Esto enfureció y estropeo el viaje de Carlos por completo pero parece ser que se lo alegro a Sara que para desconocimiento de Carlos estaba completamente enamorada de él. Ella se sentó con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el respaldo del asiento de Carlos, encendió la radio de su móvil y se dispuso a escuchar música, aun así lo oyó resoplar.
-¿Quieres mis cascos para escuchar música?
-No gracias, tranquila.
Ella estaba completamente tranquila, dejarle los cascos no hubiese sido ningún problema para ella, es mas hubiese sido una alegría, le quería y eso le obligaría a volver a hablar con ella aunque solo fuese en el momento de devolvérselos. Pero Carlos estaba demasiado concentrado mirando como María se bajaba del bus sin siquiera despedirse para escuchar los latidos del corazón de Sara.

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