miércoles, 27 de abril de 2011

Drinking up the sweet decadence

Levanta el vaso, apurando hasta la ultima gota, y de un golpe seco lo posa de nuevo en la barra. Con un gesto le indica al camarero que se lo llene de nuevo. El camarero la mira con lastima, es una chica bella, que esta allí sola bebiendo. Algo malo ha debido ocurrirle. Mientras le pone otra copa y le sirve algo de comer, la mira y le pregunta que es lo que ocurre. Ella sonríe con tristeza y le dice que nada. Pero aquella sonrisa le parte el alma. Es tarde, el ultimo cliente ya se ha ido, asique acerca un taburete y se sienta junto a ella. Ella ni siquiera le mira, ni se inmuta de que esta allí, se encuentra ausente, como vacía, totalmente perdida. El la mira de arriba abajo, realmente es muy bonita, no entiende como una chica de su edad y su belleza puede estar tan triste, por ello decide preguntárselo de nuevo. Ella le mira y le explica que simplemente se ha roto todo, que simplemente se ha acabado la farsa en la que vivía, y de golpe tras meses y años de interpretar la misma obra ya no sabe como volver a la realidad. El la observa, intentando descifrar que se esconde tras esos ojos verdes, pero no lo consigue, solo puede ver lastima, dolor, resentimiento. Le sirve otra copa y deja que ella siga bebiendo, sabe que no es lo mas conveniente pues ya ha bebido bastante pero realmente esa chica lo necesita.
-No tengas pena por mi, ya he vivido cuanto he debido, cuanto he querido, y cuanto me han dejado. He reído a pleno pulmón, he amado con toda la fuerza de mi corazón, hasta ver como este se hacía añicos y después he llorado a moco tendido. Y ahora, ahora tan solo soy las cenizas de una hoguera de san juan, ya no tengo nada que dar, ni nada espero recibir.
-Pero eres joven, te han de quedar mil cosas por vivir, mil cosas por hacer....
-Y aun así no puedo mas que sentir que ya me han echado encima el cartel de "time is up"

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