-Hola
Aquel hola y la mirada supuso un cambio, el cambio que experimenta una persona cuando pasa de ser un total desconocido, a un futuro desconocido. Y entonces algo cambio, algo cambio dentro de ella, algo se revoluciono y empezó a latir a dos mil pulsaciones por minuto. No es que aquel hola hubiese respondido si el era especial o no, es que había dejado claro que ella estaba dispuesta a dejar que lo fuese. Y por eso cuando más tarde, el la invito a tomar algo, ella no pudo resistirse.
Pero jamas, llegaron a tomar esa copa, que él le había ofrecido, porque ninguno de los dos quería. Así que fueron directamente a casa de él. Y las cosas fueron como ella necesitaba que fuesen, su cama era tan comoda como debía ser. O quizas no, pero le daba igual, le daba igual si el suelo, la cama, la encimera y la lavadora eran mas o menos cómodas. Todo era como debería ser, perfecto, o todo lo perfecta que puede ser la vida junto a un desconocido.
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