viernes, 20 de mayo de 2011

Chama

En un lugar muy lejano, que quizás se encuentre solo tras la puerta de mi imaginacion, se encontraba Chama. Chama era un planeta divido en dos paises: Jua y Kivuli.
Jua era un país alegre, su gente vivía despreocupada, no tenían problemas monetarios y sus tierras eran fructíferas. Por el contrario Kivuli se encontraba en las tierras áridas y nada provechosas de Chama, su gente vivía tan apurada que ya ni siquiera conocía el concepto de la palabra sonreír. Allí la gente se había vuelto huraña, introvertida y sobretodo desconfiada. Como es fácil de predecir la gente de Kivuli envidiaba realmente mucho a la gente de Jua, pero vivían tan apurados que ni siquiera tenían medios para declararle la guerra. Por el contrario la gente de Jua se había acostumbrado tanto a vivir bien, que no solían pararse a pensar en las penurias con las que lidiaban día a día los habitantes de Kivuli. 
Un buen día un viajero aterrizo en Chama,sorprendiéndose bastante de la extremidad de aquel lugar.  Pues aquel viajero procedía de Uttos, que sin duda era el lugar mas envidiado de la Galaxia. En Uttos jamas había habido una revuelta, una guerra, ni siquiera una protesta, no porque el pueblo no tuviese el carácter para levantarse en armas, sino porque no existía motivo alguno, en aquel maravilloso lugar, por el que quejarse. Por todo ello aquel joven Uttoniano se sintió realmente confundido y apesadumbrado por como funcionaban las cosas en aquel curioso mundo. 
Jua era un mundo lleno de posibilidades, pero sus ciudadanos estaban acostumbrados a tenerlo todo tan al alcance de la mano, que eran incapaces de mover un dedo para conseguirlo. Mientras, la gente de Kivuli era realmente trabajadora, pero de poco servían horas de duro trabajo si nada tenia que ofrecernos la madre tierra. Por ello el Uttoniano se dirigió a hablar con los máximos representantes de ambos países, para proponerles borrar las fronteras y mejorar así sus condiciones de vida.
Primero se decidió ir a Kivuli, pues le parecía más grave la situación de estos.Tras muchos papeleos, colas, y vueltas, consiguió nuestro joven personaje hablar con el representante de aquel país. Este vivía en una casa realmente pretenciosa, que hacia ostentosidad de todas sus posesiones sin vergüenza alguna. Intento por todos los medios y completamente en balde explicarle la situación de sus ciudadanos, rindiéndose al fin al ver el poco caso que le mostraba aquel descortés y egolatra Kiuvalo.
Decidió entonces hablar con el presidente de Jua, esperando encontrar un mayor apoyo en este. Una vez llegado al país se repitieron las vueltas, preguntas, reuniones y rompederos de cabeza que ya habían tenido lugar en Kivuli. Cuando ya estaba empezando a volverse loco, pues había descubierto que la situación allí iba a ser incluso mas complicada, ya que carecía Jua de gobierno alguno, consiguió organizar una reunión con los mas importantes cargos del país. Estos se mostraron mucho mas dispuestos a la discusión y al debate que el presidente de sus vecinos, pero los resultados fueron igual de nulos. Ya que pese a escuchar todos y cada uno de sus argumentos, no entendieron porque debían preocuparse por el futuro, pues ¿acaso no vivian ellos bien ahora? Le agradecieron al joven Uttoniano todas y cada una de sus propuestas, al tiempo que se disculpaban por no poder dedicarle más tiempo, pues todos y cada uno de ellos tenían fiestas y actos a los que acudir.


 Y asi fue como descubrió el joven viajero que un país en decadencia en muchas ocasiones viene influenciado por un gobierno en decadencia. 

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