domingo, 6 de febrero de 2011

Normalidad

Imagínate que hoy es un día cualquiera, son las siete de la tarde y decides salir, así que te vistes, vas a ponerte esa camiseta gris que tanto me gusta, sales de casa y vas a un bar. Pides una cerveza, como siempre, sin ninguna novedad, te atiende una camarera corriente y te da una cerveza poco peculiar, buscas sitio y entonces descubres que estoy al final de la barra. Decides acercarte a saludar, ¿por que no? Acercas un taburete y nos ponemos a hablar, banalidades por supuesto, siempre son banalidades, ¿de que sino?
El bar se esta vaciando, quedamos tu y yo sentados en la barra con nuestras cervezas, medio llenas, lo diré así por no resultar negativa. Al fondo una chica, lleva un precioso vestido verde me gusta el verde y cada día mas. En la mesa de al lado dos amigos miran la televisión, están echando un reportaje. Tu y yo seguimos hablando, decidimos irnos a dar un paseo, la noche esta bonita. Salimos del bar y seguimos hablando de nuestras tonterías. Hacia que lado vamos, tu dirás, ¿derecha? Bueno pues de acuerdo iremos a la izquierda, me gusta este lugar, es solitario, bohemio, y a la vez risueño. Camino junto a ti. Sonrió. Sonríes. La luna esta tapada por una nube debe ser la única nube de todo el cielo y ha dado para tapar la luna, curioso. Seguimos caminado. Aun no hemos parado de hablar, pero no hemos dicho nada. De golpe me paro. Te sorprendes. Me miras y te lo digo, dos palabras: Te quiero. Y ¿que dices tu? Tu nunca dices nada, el día que te soñé podía haberte imaginado perfecto ¿no?

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