martes, 22 de febrero de 2011

La ventana de enfrente.

La veo a través de mi cristal, mientras cuida la plantas, y fuma. Siempre fuma en la terraza, no debe gustarle el olor a humo. O quizás usa el salir a fumar como excusa para verme a través de su cristal, quien sabe.

Lo que me gusta de ella, es que es una mujer fuerte, prueba de ellos es que lleva meses soportando la quimioterapia. Echo de menos su pelo, tenia una dulce y bonita melena rubia, desde hace tiempo, nada. Pero aun así no ha cambiado ni un ápice su vida, sigue fumando demasiado, y saliendo a hacerlo al frió de la terraza, sigue cuidando sus bonsais, sigue enamorada de su marido...

Ciertamente se poco de su vida, o mejor dicho nada, no se como se llama, pero me lo invento. Se donde vive, porque puedo verlo, y también se que le gusta fumar, en un apuro diría que fuma tabaco negro. Es una mujer de barrio, fuerte, madre de sus hijos y esposa de su marido. También puedo apuntar que es el tipo de persona que se cambia a algo más cómodo según entra por la puerta. Debe ser bastante friolera pues siempre va muy abrigada. Es una mujer coqueta y presumida donde las haya, pues siempre la veras muy arreglada. Poco más puedo decir sin faltar a la verdad. Solo se me ocurre una ultima cosa, que poco a poco ha ganado toda mi admiración.

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