sábado, 23 de abril de 2016

Lo siento

-Hola Carlos
-¿Qué pasa Nina?
-¿Sigues enfadado conmigo? Lo siento.
-No estoy enfadado, simplemente te odio. El enfado suele ser algo pasajero, el odio al igual que el amor promete ser eterno.
-No esperaba esa respuesta sin duda.
-¿Y cual esperabas? Me rompiste el corazón.
-Lo siento. Creo que el fallo fue que tu me querías más de lo que jamás te quise yo a ti. Y no supe verlo. O quizás lo vi demasiado bien y me aproveche. Sea como sea, no deberías haberte enamorado de mi.
-Ah bueno nada, si la culpa fue mia disculpame. 
-Perdona. No debí decirlo así. Supongo que tuve miedo a que las tornas girasen, a ser yo la que quería más. Pero debes entenderme, tampoco eras muy de demostrar.
-¿Qué tampoco QUÉ? Fui yo quien te dijo que no conseguía sacarte de mi cabeza. Quien hubiese cruzado el país por verte sonreír.  Quien te beso bajo la nieve. No te parecía bastante de hollywood ¿O que necesitaba la princesa? Y tu ni siquiera estabas dispuesta a veinte minutos de bus por dejarme que te viera sonreír.
-Lo siento. Supongo que no hay más que pueda añadir. Pero te quería juro que lo hacía.
-Me querías, si. A tu manera, eso también lo se.
-No puedo querer de otra forma. 
-No Nina. Me querías de manera bucólica. Sin tristezas, sin paisajes feos, etc.
-No Carlos. Te quería de verdad. Quería al Carlos que ni siquiera dejaste que los demás vieran. Quería tu forma de ver el mundo, completamente enamorado de cada cm. Tu manera de disfrutar cada acorde. Tu sarcasmo. Tus ojos azules. Adoraba la manera en que me besabas. Y si me gustaba que lo nuestro siempre fuese muy bohemio y bucólico aunque no hubiera pastores.
-Nina ese es el problema. Te emperretaste en que lo nuestro era algo especial, bohemio, diferente. Me querías.  Pero lo hacías de manera singular. Nunca te paraste a pensar como me sentía cuando mi cama aun olía a ti y tu ya estabas con otro. Nunca pensaste que igual yo estaba harto de que lo nuestro fuese singular y solo quería algo corriente. Despertar contigo al lado.  Hablar de yogures. Ir a cenar.  Saber que me quieres y lo haces como cualquier otro.
-Carlos creo que el problema no está en que yo te quisiera más o menos. Creo que el problema es  que te enamoraste de mi libertad y la quisiste conservar en una jaula.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario