sábado, 11 de junio de 2011

Rose

La habitación esta completamente a oscuras, aun así cierro los ojos, y respiro, el olor es tan afrutado, tan intenso y relajante a un tiempo, me reporta sensaciones únicas. Las velas repartidas por la habitación dan una luz tan tenue, tan tranquila, tan naranja. 
Me meto poco a poco en la cama y dejo que las sabanas acaricien mi cuerpo, son de color blanco y de una tela realmente suave, llevo tantos días de estrés, que ya apenas recordaba la sensación tan agradable de relajarse. Ademas de tanto dormir por diversos hoteles, debido a los negocios, olvidaba lo cómoda que es mi cama.


Poso la cabeza en la almohada y respiro hondo, empiezo a sentirme mucho mejor. Pese a la comodidad de mi cama, hecha de viscolatex, de la almohada y a la suavidad de las sabanas; sin duda debo decir que lo esta provocando este intenso y placentero sentimiento en mi, son las velas, y su olor. 
Poco a poco voy despegándome de este universo, para pasar a un lugar mas cómodo, mas tranquilo, creo que aqui ya no existen pegas, ni inconvenientes para nada, estoy profundamente dormida, pero las velas siguen ejerciendo su mágico eflujo y relajándome. Viajo por países de ensueño, con muchos coloridos. Aquí nada es lo mismo, y todo es igual, miro mis manos y las veo borrosas, prueba máxima de que estoy completamente dormida y todo esto solo es un sueño, pero no me importa me gusta y sigo caminando.



Camino por un jardín, junto a un rosal, pero estas no son rosas típicas, son diferentes, tienen la misma forma y quizás hasta el mismo tacto, pero huelen distinto, huelen a melocotón en almíbar, y a frutas del bosque, supongo que es a lo que huelen mis velas, pero aparte tienen un extraño colorido, no son rojas o blancas, ni tampoco rosas como las demás, estas imitan el arco iris con cada uno de sus colores, son tan agradables de ver. Ojala tuviese yo un jardín con esas rosas, o tan solo un jardín para sentarme a tomar el sol, aunque bien pensado tampoco tengo tiempo para cuidar las rosas o tomar el sol, así que casi me alegro de vivir en una doceava planta en medio de Barcelona, pues así al menos mi blancura tiene explicación.

Corto una rosa, no se de donde he sacado las tijeras y los guantes para hacerlo, pero supongo que eso es lo maravilloso de los sueños todo esta tan solo al alcance de tu mente. Bueno a fin de cuentas la vida también podría ser así, y creo que lo sera, mañana dejo este empleo ni todo el oro del mundo compensaría el estrés al que esta sometido mi vida, lo poco que veo a mi familia, y lo poco que disfruto mi vida, ademas nunca pretendí ser la persona mas rica del cementerio y total de que me sirve ganar lo que gano sino tengo un minuto ni una persona con quien disfrutarlo. Que lastima no poder guardar esta rosa para siempre para que me recuerde esta decisión, que lastima que cuando me despierte todo vaya a ser como siempre, es una lastima no poder llevarme de este lugar nada, y que todo lo que nazca aquí, muera aquí. 


Suena el despertador, debo darme prisa o no pillare el vuelo a Singapur.  

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