miércoles, 2 de marzo de 2016

A traves de mi ventana

Era tarde, o eso suponía, pues había perdido la noción del tiempo. Llevaba demasiado rato acurrucada en aquel sofá, y los ojos empezaban a cerrarsele. Por lo que decidió que era el momento de irse a dormir. Se levanto y camino el largo y oscuro pasillo hasta su habitación. 

Levanto la almohada y cogió su pijama, era de seda verde. Sin duda alguno era su preferido, le encantaba aquella textura suave y resbaladiza bajando por su cuerpo cuando se lo ponía. Abrió la cama y se metió dentro y entonces se dio cuenta de que aun estaba abierta la ventana, lo que la obligo a volver a levantarse para cerrarla. Como odiaba tener que salir de la cama una vez que ya estaba dentro. 

Al acercarse a la ventana vio su estrella favorita, la que mas brillaba. Había sido siempre su estrella favorita, le encantaba que le hubiesen dedicado un libro*, sabia que se lo merecía. Pero más aun le gustaba el hecho de que ni siquiera fuese una estrella. Eso era lo que tenia de especial Júpiter, era la estrella que mas brillaba y ni siquiera era una estrella. El padre de los dioses romanos. 
Pero si era sincera consigo misma que el le hubiese contado la historia recientemente la hacia mejor, la hacia suya. Aunque ella siempre la hubiese conocido.

Y allí estaba ella, mirando el cielo, sin saber si quiera que hora y sin que tampoco le importase, enamorándose una vez mas de Júpiter y dejando que solo la Luna lo supiera. Cuantos secretos habían compartido juntas. Cuantas veces se habían observado la una a la otra sin decir nada a nadie. Y esta vez no sería diferente. Ella le guiño un ojo a su confidente y bajo la persiana. Y de este modo solo la Luna sabría que ella ya sabia la historia de Jupiter y que sino lo habia dicho es porque le daba igual que el fuese el primero o el ultimo que se lo contase, solo necesitaba saber que pensaba en ella mientras miraba las estrellas.

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