Triada

Ruth estaba completamente convencida de que ellos dos no eran pareja, pero tampoco creía que fueran solo amigos. Ambos juraban ser completamente heteros, y no es que Ruth se dedicara a ponerlo en duda, aunque siendo sinceros tampoco estaba cien por cien segura. Pero la realidad es que sus sexualidades le daban igual.

Ellos eran ese tipo de amigos que mas bien parecen un matrimonio mal avenido, siempre peleándose  siempre discutiendo pero sin poder sobrevivir el uno sin el otro ni un solo instante. Estar con ambos era realmente agradable, de hecho a Ruth no se le hubiese ocurrido jamas una compañía mejor tanto para los malos como para los buenos momentos; lo único es que en ocasiones le pasaba al estar con ellos, lo mismo que le ocurría cuando estaba con parejas reconocidas, que sentía que sobraba. Pues existía entre ellos una complicidad, una confianza, unos secretos que en un gran numero de ocasiones desplazaban a los de alrededor, obligando les a simplemente sobrar. Pese a sentirse así, Ruth jamas les había comentado nada.

Ella era una persona realmente empatica así que sentir la intensa relación que entre ellos dos existía no suponía para ella un trabajo, pero también veía que ninguno de los dos hablaba jamas sobre el tema, así que ya desde un principio había optado por relegar el tema al lugar de las cosas que no importan. Pero hoy ese tema ansiaba por salir de aquel cajón  pues Ruth se había quedado embarazada y no sabia cual de los dos era el padre.