viernes, 31 de agosto de 2012

Fragil

Nadie recordaba cuando había empezado a verlo todo negro. Siempre había sido una persona inocente y alegre, alguien que creía en la magia, en la felicidad eterna, en los cuentos de hadas.
Creía en un mundo donde la sinceridad y la fidelidad triunfarían, donde todos fuesen iguales y donde Don Dinero no fuese quien mandase las invitaciones de cumpleaños.
Pero en algún momento de la historia que ya nadie podía recordar todo eso había cambiado. Ya no sonreía, ya no confiaba por confiar. Se había vuelto gruñon y malhumorado. Perdía la paciencia con facilidad y había empezado a usar el coche para ir al trabajo en lugar de su unicornio.
Ya no miraba las estrellas cada noche pensando en cual de ellas descansarían el principito y su rosa. Había aceptado que las rosas eran efímeras y no perdía el tiempo mirándolas.
No se paraba ya a charlar con desconocidos pues no consideraba que pudieran aportarle mas que una perdida de tiempo. Pero sin duda alguna lo peor había sido que había dejado de amar a las personas que besaba, o mejor dicho de besar a las personas que amaba. Tomo esa decisión el día que descubrió que la princesa de su cuento de hadas se habia follado a medio barrio.

3 comentarios:

  1. qué buenas historias salen de esa cabecita :)

    ResponderEliminar
  2. Jo gracias Javi tu siempre tan halagador con mi escritura :-)

    ResponderEliminar
  3. Pobre.. los celos le comieron vivo

    Luis.

    ResponderEliminar